Antes de la inauguración oficial, aunque ya en pleno funcionamiento, fuimos invitados a visitar esta planta por nuestro compañero y director de Apascovi, Antonio. En la visita pudimos comprobar el proceso “casi mágico” por el cual restos de poda (hojas, ramas, troncos triturados, etc.) se convierten en un compost de gran calidad al cabo de unos meses. Y sin la intervención de nada que no sea agua y trabajo por parte de los chavales que allí trabajan. Fue una visita muy interesante.
La utilización del compost perdió importancia a raíz de la industrialización de la agricultura pero, con la aparición de la agricultura biológica, ha empezado a recuperarla. Las plantas de compostado modernas utilizan como materia prima fangos de depuradoras y basura doméstica (desechos alimenticios). Aplicando temperaturas que van de 60 a 70 ºC se inactivan las semillas y los posibles gérmenes patógenos.