El grupo Proyecto Verde ha presentado sendas denuncias en vías Pecuarias y en la CHT
Varios vecinos de Colmenarejo no dan crédito a lo que está ocurriendo en uno de sus caminos más emblemáticos y protegido por la Ley de Vías Pecuarias. El Ayuntamiento está urbanizando los alrededores del arroyo de la Peraleda, para subastar unas parcelas municipales como suelo de protección pública. Una operación urbanística que ya despertó sospechas entre los concejales de la oposición, que previamente habían abandonado su coalición de Gobierno con APIC.
De lo político a lo ambiental
La polémica de estas parcelas de protección ha trascendido del ámbito político, por su gestión y adjudicación, al del medio natural y propiamente vecinal.
Según han denunciado vecinos del entorno de Prausteros, el camino de Peralejo ha sido cortado y arrasado por la construcción de las calles.
Aparte de los problemas ocasionados a los vecinos que utilizan este camino, el daño provocado al medio natural está siendo valorado por los ecologistas de Proyecto Verde. Valoración que ya ha tenido una primera reacción en forma de denuncias, ante 1o que consideran graves infracciones ambientales. En primer lugar, por el corte y afección del camino de Peralejo han presentado una denuncia en la Dirección General de Vías Pecuarias, dependiente de la Consejería de Economía y Agricultura.
Dentro de las infracciones que se detallan en la denuncia se destacan como infracciones muy graves, la edificación o ejecución no autorizada de cualquier tipo de obra en terrenos de vías pecuarias; y la instalación de obstáculos, o la realización de cualquier tipo de acto, que impida totalmente el tránsito de ganado, o previsto para los demás usos compatibles o complementarios.
En la misma denuncia se incluyen también las que consideran presuntas infracciones graves. Entre estas infracciones se incluyen: la realización de vertidos o el derrame de residuos en el ámbito delimitado de una vía pecuaria; la corta o tala no autorizada de los árboles existentes en las vías pecuarias; y la realización de obras o instalaciones no autorizadas de naturaleza provisional en las vías pecuarias.
Según declaran desde el grupo Proyecto Verde, los daños que están ocasionando estas obras ya fueron denunciados la primavera pasada, cuando comenzaron los movimientos de tierras, por el perjuicio que estaban provocando al arroyo de la Peraleda. Perjuicio que ya entonces se puso en conocimiento del equipo de Gobierno. Sin embargo, tal y como declaran los conservacionistas, “el Ayuntamiento ha seguido consintiendo que la empresa que realiza las obras sume nuevas agresiones a este cauce de alto valor ecológico”.
Por ello, Proyecto Verde también ha denunciado en la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que el arroyo ha sido modificado con maquinaria pesada, provocando además un importante daño en el bosque de galería que caracteriza este humedal, rico en especies autóctonas como el peral silvestre.
También denuncia en la CHT
Incluso, recuerdan los ambientalistas, “el valor de este humedal se medía por las diferentes especies animales que acogía hasta el pasado invierno en que comenzaron las obras”. Y es que, los vecinos recuerdan que en este entorno “era frecuente la llegada de cigüeñas para buscar comida, ante la presencia de numerosos anfibios en sus alrededores”.
En concreto, la zona del citado bosque de galería que ha resultado notablemente dañada por estas obras de urbanización, se considera en su orilla este como un refugio y corredor de fauna, de gran interés por su proximidad al Parque Regional del Curso Medio Río Guadarrama.
Con antecedentes
Este no tiene que ser otro caso más donde pierde la naturaleza
“Se ha realizado un nuevo cauce artificial perfectamente apreciable por su geometría. Y se han realizado obras en la zona de policía, a lo largo de unos 300 metros de cauce. Actuaciones estas, que ya fueron denunciadas por Proyecto Verde de Colmenarejo la pasada primavera ante un agente de la CHT”, recuerdan sus responsables. Pese aquella denuncia y puesta en conocimiento del Ayuntamiento, “lejos de remitir o mejorar, la situación ha empeorado notablemente. Todo lo cual entendemos que es atentatorio contra la legislación ambiental y la Ley de las Aguas, por lo que solicitamos se abra un expediente sancionador contra los responsables”, explican. Porque este no tiene que ser otro caso más en el que, “cuando un camino y un arroyo protegidos se enfrentan a los intereses urbanísticos de administraciones o particulares, salen perdiendo” concluyen los conservacionistas.