El propietario de la finca El Romeral, situada junto a la carretera de Valdemorillo y en zona de máxima protección del Parque Regional del Guadarrama, ha talado toda la vegetación en una extensión de unos 250.000 metros cuadrados, incluyendo decenas de encinas de gran diámetro.
Esta zona fue afectada por un incendio provocado el pasado verano. Este incendio, que pudimos observar desde los pisos altos de muchas casas del pueblo, se provocó en un día de muchísimo viento. Este fuerte viento, unido a la gran diligencia de los bomberos de la comunidad de Madrid y Retenes Forestales, permitió que el fuego estuviera muy poco tiempo en contacto con la vegetación, de manera que en una parte importante del incendio, el fuego no llegó a afectar a la corteza, ni mucho menos al líber de los árboles.
El líber es la capa que se sitúa bajo la corteza. Esta capa es la única que permite el flujo de savia, por lo que el interior del árbol solo tiene una función estructural, y en ocasiones (en los ejemplares añosos u huecos) ni siquiera eso. Por ello, ante la ausencia de afección de esta capa (que podemos apreciar en las fotos de detalle), era previsible que estas encinas, testigos de una vieja dehesa y en su mayoría con más de 100 años, rebrotasen pasadas una o dos primaveras. No les han dado esa oportunidad: El propietario las ha talado inmediatamente antes de que volvieran a rebrotar.
Aún no sabemos de quién es la responsabilidad. Al conocer el tema, nos pusimos al habla con Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, que nos confirmaron que esa misma tarde iban a inspeccionar el lugar. Según nos dijeron, ingenieros forestales de la Comunidad de Madrid dieron indicaciones muy precisas al propietario sobre qué ejemplares cortar y podar y cómo hacerlo. Desconocemos por ahora si las indicaciones eran erróneas o el propietario las ha incumplido. Según sea una cosa u otra, actuaremos.
Las especies mediterráneas han desarrollado sistemas de defensa ante los incendios, muy frecuentes en sus habitats. Unas utilizan estrategias germinadoras, destinadas a permitir una rápida regeneración mediante el brote acelerado de sus semillas por la acción del fuego (pinos), y otras, como la encina, son capaces de rebrotar aunque todas sus hojas hayan sido quemadas, siempre que el líber no haya sido afectado de manera grave, cosa que en este caso no ocurrió.
Presentaremos también un escrito en el Ayuntamiento solicitando que se abra una investigación para determinar si el propietario ha incumplido las indicaciones de Medio Ambiente, en cuyo caso procedería aplicar con todo su rigor la vigente Ordenanza de Arbolado. Esta misma finca ya ha protagonizado actos muy graves contra el patrimonio medioambiental de todos, como la aparición el verano pasado de cepos, lazos y métodos de caza delictivos, que provocó una denuncia en la prensa del Ayuntamiento.