Durante dos años hemos colaborado con el ayuntamiento y asociaciones en la celebración del Día del Árbol, a finales de la primavera.
El primer año se hizo una plantación en la Puerta del Sol (una parcela municipal cercana a la ermita, junto al camino del Rey), con gran éxito de participación. Colaboramos junto a la Casa de Oficios y la Asociación de Vecinos. El programa era, tal vez, demasiado ambicioso, pues se pretendía personalizar los árboles y que cada niño tuviera un registro en el ayuntamiento de los riegos que iba efectuando a lo largo del año, con premios, incentivos y otros estímulos. El riego tuvo que ser asumido por las asociaciones. Se programaron 4 riegos durante el verano, de los que solo se realizaron tres. Y, para más desgracia, los enebros que trajo la Casa de Oficios no eran de la especie presente en Colmenarejo, sino del más exigente (en cuanto a humedad se refiere) Juniperus comunis. No obstante, la jornada fue un rotundo éxito y los chavales se lo pasaron genial. Pero a finales de invierno apenas sobrevivía un 5% de los árboles plantados.
Al año siguiente, en el 2001, todos habíamos aprendido de nuestros errores, y además se incorporó la gran experiencia y saber de Antonio, de Apascovi. En primer lugar, tanto la Asociación de Vecinos como nosotros, exigimos al ayuntamiento que se responsabilizase del riego los primeros veranos, pues de lo contrario la plantación era inviable. Así se acordó, y para facilitar las cosas se hicieron los hoyos en hileras, entre las cuales cabía el camión cisterna. El trabajo duro y el aporte de planta corrió a cargo de Apascovi.
La jornada fue un éxito aún mayor que el año precedente. Se plantaron cientos de enebros y encinas y todo fue amenizado por unos malabaristas que contrató Teresa. El ayuntamiento corrió, como en el año anterior, con todos los gastos, y todos lo pasamos muy bien.
Pero llegó el verano, y en pleno mes de julio, cuando Colmenarejo dormitaba asfixiada por un mes tórrido, llegaron las máquinas de OHL contratadas por la Confederación Hidrográfica del Tajo y arraso la plantación, convirtiéndola en un depósito de las tierras extraídas de las zanjas. Pero esto es otra historia, que puede consultar en Asunto CASRAMA.
La responsabilidad municipal en este atropello, haciendo grave dejación de responsabilidades, fue considerable, razón por la cual al año siguiente (2002) nos negamos a colaborar en una plantación, como protesta por esta dejadez y, sobre todo, ante la total inseguridad en que este tipo de plantaciones se encuentran. Nuestra postura fue entendida, y ese año el Día del Árbol se articuló de manera diferente. Con los mismos intervinientes de la edición anterior (Asociación de Vecinos, Apascovi, Ayuntamiento y Proyecto Verde) se organizaron diversas plantaciones de aromáticas y autóctonos en los colegios al tiempo que el domingo se celebraba una función de títeres y una charla a los niños sobre temas de medioambiente, en la Sala Multiusos, amén de repartir refrescos para todos, como se venía haciendo todos los años. La organización de los títeres y la charla corrieron de nuestra cuenta.