El próximo mes se cumplirá un año desde que se cerró el plazo para recoger las sugerencias de los ciudadanos al documento de Avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Colmenarejo presentado por el Ayuntamiento. Recordemos que su presentación inicial fue realizada por “La Agrupación” en la primavera de 2005.
Desde la finalización de este plazo, no se ha dado un solo paso que permita conocer a los vecinos –a excepción de algunos pocos privilegiados- cuáles son las intenciones del Equipo de Gobierno de la Agrupación Progresista Independiente de Colmenarejo (APIC) acerca de su iniciativa para configurar el futuro urbanístico de nuestro municipio. El Avance ha permanecido aparentemente dormido durante un año y medio. No han sido contestadas las sugerencias y el documento no ha sido sometido a la aprobación del Pleno del Ayuntamiento, a pesar del apoyo incondicional de los ex-concejales del Partido Popular hacia el Equipo de Gobierno.
Hace cuatro años exactamente, bajo el lema de la Agenda 21, la Alcaldesa convocaba a los vecinos para recoger sus opiniones con objeto de “definir un modelo de municipio donde la calidad de vida y el progreso económico vayan de la mano con el respeto del medio ambiente”.
Hoy, cuatro años después, la asociación de vecinos “La Agrupación”, sigue preguntando lo mismo, a tenor de la convocatoria que ha tenido lugar el pasado domingo.
Parece ser que el trabajo realizado por las distintas ponencias en representación de entidades y vecinos durante más de año y medio y sus conclusiones -recogidas en el Plan de Acción Local de la Agenda 21- y la aprobación plenaria de este documento no han resultado suficientes, o quizás el Equipo de Gobierno necesite nuevos argumentos y enfoques para reorientar su estrategia y justificar que durante dos mandatos, ocho años, no haya mostrado verdadero interés en sacar adelante un Plan General de Urbanismo para el municipio, a pesar de que tanto en el año 1999 como en el año 2003, basaba su razón de presentarse a las elecciones municipales en combatir los planes urbanísticos del Partido Popular.
La Agenda 21 llegó a unas conclusiones que, según Proyecto Verde, no han sido tenidas en cuenta sino que, al contrario de lo acordado, se alejan definitivamente de las propuestas que los ciudadanos consensuaron con gran esfuerzo.
En el Plan de Acción se determinaba un techo poblacional de 10.000 a 12.000 habitantes en un plazo de 10 años. El avance presentado por APIC nos sitúa -según sus propios datos- en unos 25.000 y, si se utilizaran todas las posibilidades que da el Plan propuesto, en más de 30.000 habitantes.
En vez de proteger el suelo lo desprotege, recalificando como urbanizables 2,5 millones de metros cuadrados que actualmente están protegidos (y dejarán de estarlo con este PGOU). En conjunto asigna 3 millones de metros cuadrados para construir. Esto supone más de la mitad de todo el suelo que se podría recalificar: el paradigma del urbanismo insostenible.
El número de viviendas construidas al año, según las propuestas de la Agenda 21, debería oscilar entre 100 y 150, es decir, de 1.000 a 1.500 viviendas en 10 años. El Avance, tal como está, recoge 2.681. Sin embargo nuestros cálculos más optimistas lo cifran en casi 5.100 y –según urbanistas de Ecologistas en Acción- podría llegar a 8.500 viviendas.
La clave está en la densidad de viviendas que habrá en esos 3 millones de metros. El Avance se cuida muy mucho de dar cifras reales, y se limita a hacer una declaración de intenciones que parece poco plausible. Dividiendo el suelo entre las viviendas que supuestamente se van a construir sale una superficie de 1.119 m2 por vivienda, una densidad bajísima que contrasta con la realidad. La mejor pista sobre las verdaderas intenciones del ejecutivo de APIC la dan sus propias actuaciones. Basta el ejemplo más reciente: en la zona recalificada de El Robledillo (en una zona muy separada del casco urbano) han aprobado 275 viviendas en 116.000 m2, una densidad casi tres veces mayor que la que declaran para su Avance. Si van a hacer pisos en El Robledillo, ¿qué harán en zonas más próximas al casco urbano?
Las verdaderas intenciones también se desprenden de declaraciones públicas de concejales de APIC cuando dicen que “necesitamos crecer más para poder tener acceso a servicios de calidad”. Los ecologistas conocemos bien esta música; suena en los ayuntamientos más insostenibles y especuladores de nuestro país.
El avance propuesto por APIC, y defendido por la asociación de vecinos “La Agrupación”, el Partido Socialista e Izquierda Unida supone una grave agresión al medioambiente. Urbaniza humedales de altísimo valor, reconocidos por el Museo de Ciencias Naturales y el CSIC, propone una nueva carretera que atravesaría la zona mejor conservada de todo el Parque Regional del Guadarrama, destruye hábitats protegidos por la legislación nacional y europea y atenta contra el patrimonio de todos, recalificando incluso más de 50.000 metros de vías pecuarias. Desconocemos cuál será la postura del Partido Popular, pero a tenor de sus planes en Colmenarejo cuando gobernaba cabe pensar que será similar, si no peor.
La asociación ecologista Proyecto Verde presentó hace un año ante el Ayuntamiento los datos y argumentos que sostienen su oposición al Avance. El Equipo de Gobierno, en un año, ni tan siquiera se ha dignado contestarnos ni convocarnos para debatir, analizar o para que les expliquemos, más ampliamente si cabe, cualquier duda que pudieran tener sobre nuestras sugerencias. Nos parece una falta de respeto hacia una organización que no tiene más interés que preservar el medio ambiente de Colmenarejo y su calidad de vida, y que representa el sentir de un sector importante de nuestro municipio, que ha elegido vivir en Colmenarejo debido a que es un municipio único y original en el contexto de la sierra oeste, ya que un gran porcentaje de la superficie del término municipal se encuentra protegida. Esta protección, que en teoría asegura el buen estado de conservación del medio natural, redunda también en otra de las particularidades de Colmenarejo: su gran tranquilidad y calidad de vida, en condiciones de baja densidad poblacional y con un crecimiento, hasta hace poco, racional.
El Avance pone en serio peligro las condiciones de vida de las que ahora gozamos. Nuestros responsables políticos, y en mayor medida los que gobiernan, tendrán que rendir cuentas si, por omisión, rencillas, ineptitud política o intereses personales, no son capaces de preservar este patrimonio.
En Colmenarejo es posible hacer un urbanismo diferente al del entorno que nos rodea. Eso nos vendió APIC hace 7 años, y comenzó dando los pasos necesarios para que la participación ciudadana fuera posible, pero poco provecho sacaría si no es capaz de reflejar en su propuesta aquello que pública y contundentemente prometieron: respetar las propuestas de la Agenda 21. Si su voluntad real hubiera sido ésta, el Avance no sería el que es. Tendrá que defender públicamente su propuesta que, según nuestro criterio, no se diferencia en gran medida de la que presentó en su momento el Partido Popular. Nos gustaría que la defendieran con las cifras y datos de su propio Avance, y no acusándonos de manipulación, o de no se sabe qué intereses políticos. En los tiempos que corren para el urbanismo, ver a políticos y allegados acusar a los ecologistas de mentir y manipular, resulta un poco patético.
Si APIC se presenta por tercera vez a las elecciones prometiendo un urbanismo respetuoso con el medio ambiente, más de uno se va a preguntar por qué no lo han desarrollado ya en los 7 años y medio que llevan gobernando con apoyo suficiente.
Puede solicitarnos el documento oficial del Avance en y consultar más sobre el tema en www.proyectoverde.eu
Tabla del documento del Avance (página 44). Superficie total de suelo urbanizable: 3.032.075 metros cuadrados. APIC dice que esto es mentira. Se estarán llamando mentirosos a sí mismos.
Tabla del documento del Avance (página 51). Las vigentes Normas Subsidiarias (NN SS 95) protegen 28.281.016 metros cuadrados (Suelo no urbanizable protegido). El Avance las reduce a 23.124.308 metros cuadrados que sumados a los 2.641.243 metros de suelo preservado, dan 25.765.551 metros; es decir, recalifica como urbanizable 2.5 millones largos de metros cuadrados que ahora están protegidos.