La AHE (Asociación Herpetológica Española) dio la voz de alarma a los grupos ecologistas de la zona, respecto a una posible zona de atropello de anfibios en el tramo de carretera comprendido entre el dique de Valmayor y un kilómetro más allá, en dirección a Valdemorillo. Se trataba de realizar una prospección en este tramo de carretera, durante la noche (momento de la migración de sapos), en días lluviosos o con suficiente humedad como para que los animales se decidieran a viajar. El trabajo de campo se realizó entre miembros de Villalba Ecológica, la AHE y Proyecto Verde. De paso, se rogaba obtener muestras de tejido de los sapos atropellados para un estudio genético que estaba realizando el Museo de Ciencias Naturales con el fin de determinar las zonas de distribución de determinadas subespecies. El estudio se realizó en febrero de 2001 y, afortunadamente, fue un pequeño fracaso, es decir, que apenas aparecieron casos de sapos atropellados. No obstante, y a pesar de que en esa zona y en ese año no hubiera atropellos, la evolución de las poblaciones de sapo común (Bufo bufo) principalmente, están sufriendo un retroceso generalizado en toda la Comunidad de Madrid, situando esta especie al borde del peligro de extinción.