El techo de las Segundas Jornadas parecía inalcanzable… pero se superó. Paco nos había abandonado hacía tiempo y estábamos huérfanos de “micólogos”. Pero llegaron Nico y Ana, los biólogos que habían ganado el II Maratón Botánico. Nico había impartido muchos cursos sobre micología y ambos se ofrecieron a colaborar desde el primer momento. Se programó un seminario intensivo de Micología para el sábado, una salida al campo para identificar especies el domingo y una degustación de cocina con setas para después de la salida.
La conferencia congregó a más de 150 personas. Incluso el salón de actos se quedó pequeño y hubo que habilitar la sala contigua.
Entre tanto, cerca de una treintena de niños participaban en actividades de educación ambiental en la guardería montada por Proyecto Verde al efecto, en una sala cercana. La salida del domingo arrojó una participación masiva, con más de 90 personas.
Entre tanto, en el restaurante de la Residencia se preparaba la degustación. Previamente, habíamos contactado con un mayorista de setas al que habíamos encargado varias especies de setas. Unas fuertes heladas tempranas provocaron la práctica desaparición de Boletus y otras especies que habíamos seleccionado, de manera que a una semana de la degustación no había setas. Recurrimos a la importación, a surtidos congelados y a la recolección propia. Finalmente se celebró la degustación, magistralmente cocinada por Salones Valmayor, con un menú de arroz con setas variadas, macrolepiota rebozada, cazoletas de trompetilla de los muertos y revuelto de lengua de gato. ¡Total casi nada!.
Alrededor de 10 personas (la mayoría socios de Proyecto Verde pero también algún colaborador espontáneo que se apiadó de nosotros ante la avalancha que se nos vino encima) sirvieron 350 raciones en el comedor de la residencia.