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Mamíferos de Colmenarejo

Con este tema organizamos una mesa redonda en el Centro Cívico, con la presencia en la mesa de varios biólogos y naturalistas. Cada uno nos habló de sus animales preferidos, animales que, con la excepción del conejo, zorro, ratoncillos, ardillas y murciélagos, probablemente nunca veamos. Pero ahí están. José María preparó para la ocasión un dossier general sobre mamíferos carnívoros y omnívoros.

Exposiciones y charlas en torno al maratón ornitológico

En sus dos primera convocatorias, el Maratón Ornitológico tuvo una serie de actos paralelos, tendentes a reforzar su papel educativo y lúdico. El primer año fue una charla para los más pequeños sobre aves, dada por Roberto en la Sala Multiusos. El año siguiente la cosa se complicó. En esta ocasión la charla fue en el Centro Cívico y corrió a cargo de Ángel. Y en el mismo lugar montamos una exposición sobre las aves, una preciosa exposición en la que había incluso maquetas de aves de la zona, y que había supuesto más de un desvelo a Raúl, Roberto, Elvira, Carlos, Teresa y otros amigos.

El misterioso mundo de los anfibios

El pasado día 21 de abril de 2001, Proyecto Verde organizó una charla sobre el tema de los anfibios, en la Residencia de Estudiantes de la Universidad Carlos III, campus de Colmenarejo. El motivo: dar a conocer este grupo faunístico sobre el que han recaído todos los bulos y disparates imaginables. La conferencia, amenizada con diapositivas, corrió a cargo de Roberto Pérez Moro, bien conocido de todos los que siguen las actividades de la asociación. Asistieron alrededor de 60 personas.

Entre las cosas que merece la pena reseñar en este medio, sobre la biología y ecología de estos animales, están los grandes beneficios que produce al ser humano al tener como fuente principal de alimento larvas e individuos adultos de moscas y mosquitos, y la total ausencia de efectos dañinos, como los proclamados por la tradición popular de emponzoñar las aguas, escupir veneno, y otras aún peores. Todos los anfibios poseen una piel con substancias tóxicas, que en contacto con mucosas muy sensibles —como las de los ojos— pueden producir irritación. Pero eso es todo. Las excreciones con que muchos sapos nos obsequian cuando les cogemos no producen en nuestra piel, ni en las aguas de los pilones ni de los ríos el menor efecto.

Los anfibios, son un antiquísimo grupo de animales que logró independizarse del medio acuático que le vio nacer, pero sin alcanzar la autonomía de otros viejos grupos, como los reptiles. Ranas, sapos y tritones siguen necesitando el agua cada año para reproducirse y pasar de la fase larvaria a la de adulto. Son los conocidos renacuajos e individuos jóvenes de todas estas especies, que por fortuna aún podemos ver en nuestras charcas. Pasada esta fase, casi todos desaparecen sin dejar rastro, y sin que los propios expertos sepan —como en el caso del misterioso “gallipato”— a dónde van y qué hacen. Tan solo las ranas permanecen claramente visibles y audibles a lo largo de todo el verano.
Después de la charla y antes de acercarnos a unas charcas cercanas a comprobar “in situ” que todo lo que nos había dicho Roberto es cierto, estuvimos departiendo agradablemente en la cafetería de la Residencia mientras degustábamos un ligero “tentempié”.

Ya en las charcas, a las que acudimos unas cuarenta personas, grandes y pequeños pudieron deleitarse viendo de cerca al gallipato, a la rana común y al tritón jaspeado. Estas charcas, muy cercanas a la Universidad y aledañas a la urbanización Los Escoriales, constituyen un ecosistema de enorme interés para los anfibios. Han sido visitadas y prospectadas por expertos de la Consejería de Medio Ambiente, de Adena y del Museo de Ciencias Naturales. De momento se han podido observar poblaciones muy importantes de tritón jaspeado, gallipato, sapo de espuelas, sapo corredor, y la presencia habitual de rana común y sapo común. Un número de especies verdaderamente extraordinario para unas charcas estacionales, que se secan en verano, y para las que no se ha tomado aún ninguna medida eficaz de protección. Aprovechamos esta ocasión para instar a nuestro ayuntamiento —que se ha comprometido a mantenerlas— a que adopte alguna medida que impida el paso de vehículos, ya que se trata de una zona muy utilizada para lavar coches y practicar el motociclismo.

El problema de los resíduos

En abril del 2000 propusimos al concejal de servicios una charla en el Centro Cívico sobre el tema de los residuos y el reciclaje. Esta charla se enmarcaba dentro de la campaña que habíamos preparado para el ayuntamiento sobre el tema, materializada en un magnífico folleto que se distribuiría todas las familias de Colmenarejo.

Pablo Mascareña dio una conferencia memorable en el Centro Cívico a la que, lamentablemente, asistió muy poca gente. Fue probablemente una de las mejores conferencias que hemos organizado, y el mérito recae en el conferenciante, un biólogo y consultor ambiental con enorme experiencia en Greenpeace y que ha impartido cursos de doctorado en la universidad, entre otros méritos académicos. Expuso una visión globalizada del problema de los residuos, muy necesaria en unos momentos en que se comenzaba a implantar en nuestro pueblo la recogida selectiva de basuras. Algún día deberemos repetir esta conferencia, dándole una mayor cobertura informativa.

2004 Reunión ecologista

El pasado domingo 8 de Noviembre de 2004 se celebró en la Residencia de Estudiantes Antonio Machado de Colmenarejo una reunión ecologista con la intervenciones de Carlos González-Amezúa, Pilar Hidalgo, Mª Ángeles Nieto (coordinadora de la federación madrileña de Ecologistas en Acción), Nicolás López (presidente de Proyecto Verde) y Antonio Sánchez (vicepresidente de Proyecto Verde).

Carlos presentó el acto, e hizo hincapié en algunos asuntos preocupantes del mundo de la ecología: la recalificación de una parte del Parque Regional en el Avance del P.G.O.U. (Plan General de Ordenación Urbana) de Las Rozas y el marketing ecologista que promueven empresas y administraciones públicas como un modo de acallar y frenar los movimientos ciudadanos.

Pilar habló de la importancia para los ciudadanos de «a pie» de estar afiliado a Ecologistas en Acción y de su experiencia personal en esta organización. Explicó cómo gracias al apoyo de Ecologistas en Acción se ha conseguido resolver recientemente el asunto de los vertidos de un colector en la finca Prado de la Laguna de El Escorial.

«Nines» presentó a Ecologistas en Acción y habló de la revista «ecologista» que ellos editan y que celebra su 25 aniversario. En especial explicó cual es la estructura y funcionamiento de la organización.

«Nico» presentó el primer número de nuestro boletín de información «Colmenarejo Verde».

Antonio habló del nacimiento y evolución en España de la preocupación ecologista en la población, después de haber alcanzado unos niveles aceptables de bienestar habiendo transcurrido ya varias legislaturas de nuestra democracia. Todo esto a través de su experiencia personal como alcalde y miembro de la ejecutiva del Área de Coordinación Metropolitana de Valencia y su Comarca, y después como militante en grupos ecologistas.

En el debate que siguió se trató especialmente del desorbitado crecimiento urbanístico de la zona y en particular de los nuevos P.G.O.U. de Galapagar y Las Rozas.

1999 La Sierra cambia

En nuestras primeras navidades como asociación (1999), propusimos al ayuntamiento traer a “Colme” una exposición del Ceneam (Centro de Educación Ambiental), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. El ayuntamiento corrió con los gastos de transporte y seguro y nosotros con la organización y montaje, con la inestimable ayuda de chicos y chicas de la extinta Casa de Oficios. Preparamos el consabido cartel y montamos la exposición en el Centro Cívico. Editamos un folleto muy interesante para facilitar la visita de cuántos se acercaran a visitarla. La exposición estuvo varios días, con bastantes problemas derivados de la falta de un espacio adecuado en nuestro municipio para este tipo de actividades. Tuvimos que desmontarla en varias ocasiones para permitir la realización de otras actividades, lo que supuso muchas dificultades.

Desgraciadamente, la inauguración de la Sala Multiusos de la plaza, tampoco ha solucionado esta carencia de infraestructura cultural, debido a que la ausencia de una estructura estable de vigilancia y atención al público en este edificio, que ha demostrado con creces lo inadecuado de su concepto y diseño.

Al final, cuando desmontamos la exposición y la devolvimos al Ceneam, habíamos llegado a la conclusión de que iba a ser inviable realizar exposiciones en dependencias municipales en tanto no se modificasen bastantes cosas.

Leer documento: LA SIERRA CAMBIA, CIEN AÑOS DE CAMBIOS EN LA SIERRA DEL GUADARRAMA

La Sierra cambia: Cien años de cambios en la Sierra del Guadarrama

EXPOSICIÓN

LA SIERRA CAMBIA

 

CIEN AÑOS DE CAMBIOS EN LA SIERRA DEL GUADARRAMA

 

 

EN EL ÚLTIMO SIGLO, LA SIERRA DEL GUADARRAMA HA EXPERIMENTADO UNA SERIE DE cambios sustanciales, tanto en sus gentes y medios de subsistencia como en su propia fisonomía.

Hasta la mejora de los medios de comunicación, con la llegada del ferrocarril primero, y la mejora de caminos y carreteras después, la sierra permaneció como un espacio inalterado, de pueblos muy pequeños, de arquitectura apretada, callejas estrechas, casas de piedra con tejado de paja y ramera primero y teja después, y escasísimas ventanas.

Así describe el padre Sigüenza El Escorial del siglo XVI, antes del monasterio: “en toda la villa no había ni una chimenea, ni una sola ventana, por lo cual la luz, el humo, las bestias y los hombres todos tenían una entrada y salida común en aquellas pobres chozas”.

Su precaria economía se basaba en la agricultura (huertas de subsistencia y centeno, principalmente) y en la ganadería (ganado bovino destinado fundamentalmente a tiro, además de cabras y ovejas).

Pero la cercanía relativa a la gran capital —con más de 200.000 habitantes en el siglo XIX— iba a propiciar los primeros cambios importantes. La metrópoli demandaba cada vez mayores cantidades de leña, de cisco para los populares braseros, e incluso del hielo procedente de los neveros serranos para los sorbetes y helados que la moda llegada de Francia comenzaba a popularizar.

Así, aumentó vertiginosamente la tala de árboles, tanto para leña como para hacer carbón, lo que se tradujo en una paulatina deforestación. El pastoreo, en especial las cabras, impedía la normal regeneración de la vegetación, y a principios de siglo la situación forestal de la sierra era muy preocupante.

Por aquel entonces, la Institución Libre de Enseñanza, de la mano de su cabeza más destacada —Francisco Giner de los Ríos— promueve un enfoque nuevo en la manera de amar la naturaleza, y muy especialmente la cercana Sierra del Guadarrama. La ciudad comienza a resultar agobiante a intelectuales y aristócratas, que buscan en los pinares y rebollares un contacto con el medio natural que años antes denostaban. La Naturaleza deja de ser un lugar incómodo y hostil y adquiere vitola de modernidad.

Como suele suceder, a esta vanguardia selecta le sigue la burguesía imitadora. Así, comienzan a establecerse las típicas colonias de hotelitos, promovidas en muchos casos por las autoridades municipales que ceden terreno gratuitamente como una manera de atraer la clase adinerada de la capital y así lograr prosperidad económica y cultural para sus depauperados pueblos.

Pronto, toda la economía de estos lugares se orienta hacia los nuevos visitantes y al abastecimiento de la metrópoli. El ganado vacuno autóctono da paso a nuevas razas traídas de fuera más orientadas a la producción lechera. Los cultivos se abandonan —excepto las pequeñas huertas— y prosperan oficios relacionados con los servicios y la construcción.

La Guerra Civil frena momentáneamente este crecimiento, que con la llegada de los años cincuenta y el seiscientos se dispara. Las emergentes clases medias disponen por primera vez de autonomía suficiente y el chalecito se pone a la cabeza de las aspiraciones de la burguesía.

Durante los años sesenta y setenta menudean los despropósitos urbanísticos que la llegada de la democracia no es capaz de frenar. Ahora, con la legitimidad que dan las urnas, se siguen haciendo verdaderas tropelías. El dinero fácil que representa la recalificación de terrenos es una tentación a la que muy pocos municipios son capaces de resistirse. Y así, uno a uno, van cayendo presos de la codicia, municipios antaño encantadores: Villalba, Galapagar, San Rafael, Navacerrada…

 

EL AGUA

Durante siglos, Madrid se abasteció del agua procedente de las viejas canalizaciones de origen árabe, que repartían el agua procedente del subsuelo por los barrios céntricos de la capital. Pero ya a primeros de siglo se vio que aquello resultaba del todo insuficiente. En 1902 comienzan las obras de canalización del río Lozoya —lo que será el Canal de Isabel II— que queda terminado en pocos años. Madrid, ya no solo recibe de la Sierra del Guadarrama la leña, el carbón, la leche, la carne, el hielo… ahora también el agua. Esta demanda crece constantemente, y con ella las obras hidráulicas del Canal de Isabel II, llegando a ser una de las redes de abastecimiento de agua más complejas del mundo.

En los pueblos de la sierra, el abastecimiento se realiza por unas obras de ingeniería popular menores, pero no por ello menos meritorias: las caceras.

Tanto unas como otras tienen la virtud de estar perfectamente integradas en el paisaje y no ocasionar alteración alguna en el medio.

Pero esto no duraría mucho tiempo. Las aguas de los ríos, de caudal muy variable y estacional, dejan pronto de garantizar el abastecimiento estival. Se hace necesario construir pantanos en las cabeceras. Y estas obras sí representan las primeras alteraciones físicas importantes. Por ocupar los valles, anegan las mejores tierras de cultivo, lo que da la puntilla definitiva a la agricultura serrana.

El crecimiento que tiene lugar a partir de los setenta no respeta la norma más elemental del urbanismo: Primero, servicios; después, edificios. Los ayuntamientos, en vez de velar por el cumplimiento estricto de las normas, están más preocupados en no poner trabas a la iniciativa urbanizadora por temor a que elijan otro lugar. Por doquier se crean urbanizaciones con viales insuficientes, sin instalaciones y lo que es peor, vertiendo sus aguas residuales en ríos y pantanos. Los ciudadanos parecen no tomar conciencia de la situación y legislatura tras legislatura salen elegidos ediles que acometen grandes obras civiles, centros cívicos, casas de cultura, polideportivos… mientras sus municipios siguen contaminando hasta la muerte ríos y pantanos.

En la actualidad, embalses como nuestro Valmayor, figuran entre los más contaminados de España, y por supuesto, a la cabeza entre los de Madrid. Y el río Guadarrama, en la práctica totalidad de su trayecto, es un río muerto, formado en su mayor parte por residuos fecales e industriales.

 

LAS GENTES

Durante siglos, las únicas actividades económicas fueron el pastoreo —trashumante hasta hace bien poco—, la agricultura y sobre todo la ganadería. Con el desembarco de las clases acomodadas de la capital, comienzan a proliferar los oficios destinados a dar servicio a estas nuevas gentes: albañiles, servicio doméstico, lavanderas, comerciantes, guardas de hoteles… La creciente población veraniega atrae a personas de otras provincias. Así, se produce una importante inmigración hacia los años sesenta y setenta que revitaliza los pueblos con gentes venidas de otras tierras. Finalmente, los años noventa traen consigo una nueva oleada de gentes atraídas por la prosperidad representada por tantos y tantos madrileños que eligen la sierra como su segunda o primera residencia. Pero estas gentes vienen de lugares mucho más remotos: Marruecos, Argelia, Rumanía, etc.

 

COLMENAREJO Y SU ENTORNO

Su situación ligeramente apartada de las principales vías de comunicación, ha permitido a Colmenarejo mantener su carácter rural hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX. Su población se ha mantenido estable durante casi un siglo, experimentando un crecimiento significativo a partir de los últimos 15 ó 20 años. Pero este crecimiento, con ser importante en términos porcentuales no lo es tanto en términos absolutos. Los menos de 5.000 habitantes de derecho están bastante concentrados en un casco urbano. Esto ha permitido que, aunque el pueblo haya sufrido notables modificaciones en los últimos años, el termino municipal en su conjunto sea uno de los mejor conservados de la sierra.

Pero esta realidad puede cambiar en cualquier momento (y, de hecho, estuvo a punto de cambiar en la anterior legislatura).

El Colmenarejo del siglo XXI está aún por diseñarse, y son tantos y tan poderosos los intereses en juego, que es más necesaria que nunca una sólida conciencia ciudadana que deje oír su voz en el concierto de ideas. Nadie defiende un Colmenarejo especulador y desmedido, al estilo de Galapagar, por poner un ejemplo cercano. Pero es que este modelo tampoco lo defendían quienes convirtieron Galapagar en lo que es hoy.

 

PROYECTO VERDE Y EL COLMENAREJO DEL SIGLO XXI

Proyecto Verde es una asociación medio ambiental dedicada a la defensa del medio ambiente y la calidad de vida de nuestro pueblo. No es una alternativa política, encubierta o declarada, al estilo —por ejemplo— de Foro Verde de Galapagar, hoy en el gobierno municipal.

Queremos un crecimiento racional para nuestro pueblo, radicalmente respetuoso con el entorno. Estamos seguros de que la mayoría de cuántos viven en el pueblo estarían dispuestos a importantes sacrificios para que Colmenarejo no acabe siendo como Villalba o Galapagar. Los hombres y mujeres que estamos en Proyecto Verde creemos que no hay necesidad de sacrificarse, ni de acometer acciones heroicas. Creemos que si nos unimos todos cuantos pensamos de manera similar, Colmenarejo será lo que los colmenarejanos queramos que sea. Ni más ni menos.

Charcas de Colmenarejo: localización

INTRODUCCION

Debido a la escasa permeabilidad de la roca madre (adamellitas y granitos, principalmente) y a su superficialidad, el nivel freático en Colmenarejo aflora en múltiples puntos, asociados en su mayor parte al régimen de lluvias. Otros, por el contrario, son verdaderos manantiales de procedencia más profunda, que aprovechan diaclasas (grietas) en la roca madre y diques de cuarzo y otros minerales de origen hidrotermal.

Estos manantiales son de escaso caudal, tan escaso que en algunos casos la evapotranspiración en los meses más cálidos impide la formación de charcos, ya que el agua se evapora antes incluso de alcanzar la superficie. En estos casos solo se percibe una ligera humedad en el terreno. Cuando el sol comienza a perder fuerza (a finales de septiembre) la charca vuelve a aparecer aunque no haya caído ni una sola gota de lluvia.

De hecho, durante los tiempos en que se practicaba la ganadería de manera intensa (hoy es una actividad residual), era frecuente practicar pequeños hoyos de apenas 2m2, que rápidamente se llenaban de agua y en los que abrevaba el ganado.

Estos hoyos siguen existiendo y son innumerables, por lo que no los hemos consignado todos, aunque pueden tener una fauna asociada de interés.

BREVE DESCRIPCIÓN Y LOCALIZACIÓN DE LAS CHARCAS

Charca Nº1
Zona semipantanosa de carácter estacional, con flora propia de cañaveral. No se ha estudiado su fauna. Está en una zona de alto valor ecológico.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK142832

Charca Nº2
Formada por un embalsamiento artificial del arroyo del Membrillo (estacional), realizado para dar servicio a una explotación ganadera. Presenta buenas perspectivas faunísticas.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK158839

Charca Nº3
Son un conjunto de tres charcas, dos de las cuales llegan a unirse. La principal, en la que brota el acuífero, es la más rica con diferencia. Procede de una excavación de hace unos 20 años para extraer arcilla. Solo se seca de manera completa unas semanas en verano. En su mejor momento supera los 1.000m2 de superficie. Tiene una extraordinaria fauna de anfibios (sapo común, sapo corredor, sapo de espeulas, rana común, gallipato y tritón jaspeado). Mantiene la humedad del subsuelo todo el año.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK142886

Charca Nº4
Situada en un prado, la enorme proliferación de lenteja de agua durante la primavera probablemente limite el desarrollo de su fauna. A simple vista se ha detectado gallipato, rana común y sapo corredor. La zona que se encharca en invierno y primavera supera con creces la superficie de la charca, y mantiene un caudal bastante importante, que incluso requirió hace muchos años la realización de un drenaje a través de Los Escoriales, para evitar la inundación de esta urbanización.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK142885

Charca Nº5
Charca muy interesante de unos 50m2 en la que se ha visto anidar anade real. Importante colonia de tritón jaspeado. También gallipato, sapo corredor y sapo de espuelas.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK155885

Charca Nº6
No tenemos datos de fauna sobre esta charca.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK156880

Charca Nº7
Esta charca forma, junto con la 8 y 9 un sistema de charcas asociadas a un arroyo estacional que permanecen con agua todo el año, incluso alguna rebosando en los meses de verano. Se hallan en una zona bastante bien conservada con densos encinares en sus proximidades.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK125888

Charca Nº8
Como la 7
Coordenadas U.T.M.: 30TVK127887

Charca Nº9
Como la 7
Coordenadas U.T.M.: 30TVK129887

Charca Nº10
No tenemos datos de fauna sobre esta charca.
Coordenadas U.T.M.: 30TVK155886

Existía una charca de gran interés en el paraje denominado El Navazo, que fue desecada por el anterior Equipo de Gobierno municipal y sustituida por un estanque artificial realizado con una lona negra y abundantes piedras.
Recientes observaciones realizadas en esta zona han puesto de manifiesto algunos aspectos de importancia:
1º Buena parte de los anfibios que anteriormente se reproducían en esta charca, han emigrado a una zona encharcada aledaña. Ahí se han podido ver sapo de espuelas, tritón jaspeado y gallipato.
2º La charca reformada está comenzando una tímida colonización. Se ha observado sapo de espuelas y gallipato, y la más extraña presencia de tritón jaspeado, más proclive a medios acuáticos con vegetación.
Por estas razones, y a pesar de la desastrosa actuación municipal, estas charcas han sido incluídas en el censo.

Todas estas charcas están incorporadas al censo de la Comunidad de Madrid y han sido estudiadas por Martínez-Solano y García Paris, herpetólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), bajo financiación de la Comunidad de Madrid.