Hemos recibido con alegría la noticia de la denuncia que ha presentado el Ayuntamiento de Colmenarejo ante la fiscalía de Medio Ambiente contra el Canal de Isabel II y la Confederación Hidrográfica del Tajo, por los vertidos continuados de lodos procedentes de la estación potabilizadora de Valmayor, que han supuesto la colmatación de la presa del Aulencia con vertidos altamente tóxicos.
Paralelamente hemos sabido que la Confederación se ha puesto manos a la obra y en dos o tres meses tendrá listo un proyecto para la retirada de estos lodos del embalse. Esta retirada va a ser muy costosa y compleja, pero si sigue adelante y no son simples fuegos de artificio para tranquilizar a la opinión pública (como ha sucedido tras tantas denuncias mediáticas), podremos ver con satisfacción cómo en unos años esta zona puede recuperar parte del esplendor de antaño. Será entonces el momento de contemplar posibles planes que aceleren la colonización en estos lugares de especies emblemáticas de nuestra fauna.
Gracias a la prensa
Una vez más, se demuestra que de poco les sirven a los políticos las razones, los argumentos, los ruegos de ciudadanos y asociaciones conservacionistas. Hasta que la prensa no se ha hecho eco de forma masiva de las denuncias de ecologistas y agentes forestales, ningún organismo se ha tomado el tema en serio, a pesar de que llevamos años hablando de ello. Incluso se da la paradoja de que la propia denuncia del Ayuntamiento de Colmenarejo (que aplaudimos sin reservas y por la cual lo felicitamos), habla de un “silencio cómplice” referido a la actuación del Canal y la Confederación, que durante años han mirado hacia otro lado, exactamente la misma expresión que utilizó nuestro representante en varios medios de comunicación para referirse a la posición de los ayuntamientos de Colmenarejo y Valdemorillo, en cuyos municipios se asienta la presa, y que motivó airados reproches y desmentidos de la Sra. Alcaldesa de Colmenarejo.
Felicitamos a nuestro ayuntamiento, que ahora sí y con orgullo puede presumir de haber roto ese silencio secular. Y nos felicitamos todos los que defendemos la naturaleza por el anuncio de la Confederación del Tajo, aunque con la reserva y la prudencia que nos proporciona el haber visto ya infinidad de pasos hacia delante seguidos de largas caminatas en el sentido contrario.