Carta al Director General de Medio Natural de la Comunidad de Madrid en relación con la caza de conejos en Colmenarejo

Ilmo. Sr. D. Miguel Allué-Andrade Camacho,
Director General de Medio Natural
de la Comunidad de Madrid

Sr. D. José Cuesta,
Jefe del Servicio de Protección de Flora y Fauna
de la Comunidad de Madrid
C/ de la Princesa, 3. 28008 Madrid

 

El pasado mes de febrero, el Servicio de Protección de Flora y Fauna, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, concedió permiso para la captura de conejos mediante hurón en varios cotos locales de Colmenarejo, en base al Artículo 5 de la ORDEN 749/2004, de 20 de abril, del Consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, por la que se fijan las limitaciones y épocas hábiles de caza que regirán durante la campaña 2004-2005.

Como saben, el hurón es un mustélido muy agresivo que el cazador introduce en la conejera. Los conejos adultos que lo consiguen, salen huyendo, momento en que el cazador aprovecha para tirotearlos. Otros son muertos en la propia madriguera por el hurón. Esta práctica está prohibida. Para conseguir este permiso, la empresa peticionaria, que representa a la Sociedad de Cazadores de Colmenarejo –Gesticaza– ha argumentado ante el Jefe del Departamento de Flora y Fauna que lo hacen para capturar conejitos, vacunarlos contra las enfermedades y posteriormente soltarlos. En la fecha de autorización, los conejos están criando. La propia ley de caza prohíbemolestar a los animales fuera de veda y en época de reproducción. Pero eso no es lo único. Cuando el hurón penetre en la madriguera, una parte de los conejos saldrán y serán tiroteados (o capturados para vacunarlos, vamos a hacernos los tontos y a creérnoslo). Otra parte serán heridos por el hurón, y morirán o contraerán infecciones, y las crías morirán todas, la mayoría a dientes del hurón y el resto por abandono de sus padres. Aún cuando se capturen algunos ejemplares para vacunarlos, el daño que se hace es inmensamente mayor que el presunto beneficio. La conejera, con olor a hurón y los cadáveres de las crías pudriéndose, no volverá a ser colonizada durante años, suponiendo que queden conejos para hacerlo. La confirmación de todo cuanto decimos es evidente: esta práctica se viene realizando en Colmenarejo desde hace tiempo, y el resultado lo tenemos a la vista: Han masacrado a los conejos hasta casi su extinción.

Cuando supimos de la concesión de estos permisos, nos pusimos al habla con el Sr. Cuesta, para hacerle ver lo improcedente de tal permiso.
A juicio de nuestros asesores jurídicos, la concesión de tal permiso en los cotos locales de Colmenarejo era contraria a la legislación, e incluso podía ser constitutiva de un delito de prevaricación.

En efecto, la LEY 20/1999, de 3 de mayo, del Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno, en su Artículo 9 establece:

Se prohíbe expresamente, en el ámbito de aplicación de la presente Ley:

  • El aprovechamiento consuntivo de los recursos naturales del Parque, que altere o ponga en peligro la estabilidad de los ecosistemas o la integridad de sus componentes físicos o biológicos. 

La captura de conejo con hurones dentro de sus madrigueras, en época de reproducción y en unos cotos en los que los escasos conejos que subsisten es merced a su reintroducción artificial (e ilegal, por no hacerse con los preceptivos permisos y garantías) es, a todas luces, un aprovechamiento consuntivo.

El PORN, en el punto 4.8.2. establece:

4.8.2. APROVECHAMIENTO CINEGETICO. DIRECTRICES Y LIMITACIONES
No estará permitido el ejercicio de la caza durante las épocas de celo, reproducción o crianza.

Por lo tanto, y a nuestro modo de ver, la ORDEN 749/2004, de 20 de abril, dictada por el Consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, jamás debería haberse aplicado en el Parque Regional (aunque, de hecho, se hayan venido aplicando año tras año otras similares) ya que es contraria a una norma de rango superior, la LEY 20/1999, de 3 de mayo, del Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno.

Si hemos de creer a los solicitantes, se supone que lo que hacen no es cazar, sino capturar con vida a los conejos. Pero cualquier técnico declarará que es palmario que el hurón dentro de la conejera matará o herirá –cazará – todo los conejos que se le pongan por delante. En esto la Ley deja claro que en la caza con hurón, quien caza no es el hurón sino el cazador.

Por fortuna, la Concejalía de Medio Ambiente de Colmenarejo denegó finalmente el permiso, y la caza con hurón no llegó a realizarse.

Es por ello que decidimos dejar en suspenso cualquier actuación, centrándonos en analizar más en detalle el tema de la caza en nuestro municipio, para más adelante, hacer llegar a la Consejería nuestras impresiones y reflexiones al respecto, lo que estamos haciendo ahora.

 

LA SITUACIÓN DE LOS COTOS LOCALES EN COLMENAREJO

En Colmenarejo existen tres cotos locales, dos de titularidad íntegramente municipal y otro en el que coexisten terrenos públicos y privados. Son los siguientes:

  • Las Nicolasas. M-10.460. Superficie: 22 hectáreas
  • Peñarrubia. M-10.461. Superficie: 73 hectáreas
  • Las Cuestas. M-10.276. Superficie: 1.114 hectáreas.

La ley 1/1970, de 4 de abril, de Caza establece que la superficie de los cotos locales deberá ser mayor de 500 o 1.000 hectáreas, según se trate, respectivamente, de caza menor o mayor, y no excederá, incluidos los enclavados, del 75 por 100 de la total del término. No obstante, cuando existan causas debidamente justificadas, el Ministerio de Agricultura, previa petición razonada de la Entidad patrocinadora, podrá modificar dichos límites, oyendo previamente a los Consejos Provinciales y Locales de Caza que corresponda.

En nuestro caso, se trata de cotos de caza menor, por lo tanto deberían superar las 500 Has. Solo uno de ellos cumple este requisito, los otros ni siquiera suman 100 Has. ¿Cuáles son las causas debidamente justificadas por las que se ha permitido la caza en estos terrenos? ¿Se ha tenido en cuenta que pertenecen a una zona de máxima protección de un Parque Regional, amparados por la Ley de Embalses, y en zona LIC? ¿Se han realizado estudios que permitan deducir que la practica habitual de la caza en estos cotos, con descastes, medias vedas, esperas de jabalí, permisos de captura con hurón, y otros permisos que habitualmente concede esa Dirección General de Medio Natural, no vulnera la Ley del Parque Regional y el PORN?

 

LOS PLANES CINEGÉTICOS

El 31 de marzo de este año ha caducado la vigencia de los tres cotos. Los solicitantes, a través de la empresa Gesticaza, han presentado los correspondientes Planes Cinegéticos. Una simple ojeada a estos planes pone de manifiesto la nula profesionalidad y conocimiento del medio de las personas que los han redactado. La aprobación de estos planes nos obligaría a emprender acciones legales inmediatas. Los errores son de tal magnitud que estremece pensar que con esta documentación se pueda estar cazando en un Parque Regional.

No nos queremos extender, pero desde la composición de la cubierta vegetal (según el plan, en Peñarrubia solo hay un 7% de monte medio-bajo siendo el resto eriales, prados de siega y pastizales, cuando en realidad el monte de frondosas y el monte medio suponen el 97%) hasta la fauna, que en este mismo coto y por no buscar más, aparecen sisones, un ave esteparia cuya presencia en Colmenarejo no solo es falsa, sino además imposible. El estudio de estos planes merecería un capítulo entero en la Antología del Disparate, y no vamos a hacerles perder su valioso tiempo con este asunto.

 

CONCLUSION

Peñarrubia y Las Nicolasas deben desafectarse como cotos de caza. Los motivos resumidos son:

  • No existe caza suficiente, y la poca que hay es introducida de forma artificial e irregular para luego cazarla.
  • Están en una zona altamente protegida, con especies como el águila imperial, el búho real, el gato montés, la gineta y otros depredadores que necesitan de las especies cinegéticas para sobrevivir.
  • No cumplen las condiciones establecidas por la ley ni el reglamento de caza.
  • Sus planes cinegéticos son inasumibles, y presentan una realidad ficticia.
  • Su uso como coto de caza ha traído efectos perniciosos asociados, como la caza furtiva de jabalíes en puestos montados al efecto (asunto que ha salido en la prensa, que hemos denunciado al Seprona y que merecería un análisis aparte), o la suelta de especies exóticas no autorizadas en el parque, como faisanes, o la cría irregular y no autorizada de conejos de granja para su suelta, o la roturación en pleno Parque Regional, también sin permiso y denunciada por la guardería Forestal, para plantar cereales.
  • Estos dos cotos se encuentran junto al Camino del Rey, en una zona ya por desgracia fuertemente antropizada, con importante tráfico rodado, viviendas, vías pecuarias, el propio pantano de Valmayor (protegido por ley específica), etc. Todo esto hace que la caza, en esta zona, sea una actividad de alto riesgo para los paseantes y personas que allí viven.
  • Si eliminamos (como es preceptivo) las zonas de seguridad en torno a vías pecuarias, caminos públicos, viviendas, humedales, etc., no queda sitio literalmente para cazar, especialmente en el coto de Las Nicolasas.

Ante todo esto, solicitamos al Ilmo. Director General de Medio Natural que tome las medidas que crea necesarias para no renovar los permisos en los cotos de Peñarrubia y Las Nicolasas, en el término municipal de Colmenarejo, y que en lo sucesivo y solo en el caso de proliferación de fauna que pudiera poner en peligro el equilibrio ecológico de la zona, se den permisos de caza puntuales y controlados por la Guardería Forestal, y siempre con un estudio científico que avale tal necesidad. A este respecto tenemos que decir que en la actualidad, el cuerpo de Guardería Forestal, extraordinariamente competente en tantas funciones y admirable desde tantos puntos de vista, no está capacitado para elaborar este tipo de estudios, en tanto no se les provea de la formación científica necesaria, y que fue un informe muy desafortunado de un agente quién dio pie a las esperas de jabalí practicadas este verano en Colmenarejo, que tanto revuelo ocasionaron en prensa y tanto alarmaron a los vecinos.

Queremos agradecerles el interés en la lectura de esta larga carta, poniéndonos a su disposición para hablar sobre este tema, y aportar más documentación si así lo desean.

Estamos convencidos, de que lo que se haya podido hacer mal por parte de la Consejería, ha sido por desconocimiento de la situación cinegética real de Colmenarejo y por la existencia de una legislación obsoleta que tampoco se aplica con el necesario rigor.

Es nuestra obligación denunciar esta situación y estamos seguros que ustedes sabrán dar una solución satisfactoria al problema.

Colegio, líneas eléctricas y medio ambiente

El problema suscitado por la construcción del nuevo colegio junto a una línea eléctrica va a necesitar altas dosis de coraje político, movilización ciudadana y constancia ecologista, aderezado todo ello con cantidades ilimitadas de diálogo, si queremos asistir a una solución satisfactoria para todos dentro de los próximos años.

Actualmente existen dos enfoques principales: Los que abogan por paralizar las obras del colegio en tanto no se solucione el problema y los que abogan por solucionar el problema sin detener la construcción del colegio. Cada una tiene sus argumentos y ambas posturas son respetables. Proyecto Verde ha apostado por la segunda opción.
Antes de explicar por qué, queremos hacer algunas reflexiones previas.

El lugar elegido para la instalación del nuevo colegio es, como se ha demostrado, muy poco afortunado, y parece más fruto de un rifirrafe político que de un análisis meditado. Pero desde un punto de vista ecológico y alejado del devenir político (que es el terreno en el que nosotros nos debemos mover), los lugares propuestos por unos y otros son igualmente aptos para urbanizar, con la salvedad de la mayor proximidad de la línea en el caso del emplazamiento elegido. Este inconveniente fue rápidamente contestado por el Equipo de Gobierno mediante el compromiso de retirar la línea, no solo del nuevo colegio sino de toda la zona urbana del municipio, incluyendo la “martirizada” Fuente del Conejo (polígono, línea, antenas). Ante este giro, la postura de nuestra asociación fue la de promover una postura activa para exigir el cumplimiento de dicho compromiso.
El Ayuntamiento ha puesto gran énfasis en lo reducido de las radiaciones electromagnéticas que las mediciones, por él auspiciadas, han revelado. En un asunto en el que no existen evidencias científicas, los resultados de las mediciones deben pasar a un segundo plano. Existe suficiente alarma social, hay suficientes datos epidemiológicos “sospechosos”, suficientes precedentes en otros países que actúan contra las líneas, e incluso sentencias judiciales en España, como para actuar con toda la prudencia del mundo y evitar sistemáticamente la coexistencia de líneas eléctricas y núcleos urbanos. Que las mediciones en el nuevo colegio y el despacho del arquitecto municipal sean iguales, sólo demuestra eso mismo: que son iguales. Quien sabe si, cuando salgan a la luz los estudios científicos que están elaborando instancias supranacionales desde hace años, no tendremos que cambiar al arquitecto de despacho. No existe ningún informe que diga que por debajo de determinada cifra de mgauss, la salud de los niños está a salvo. Por otro lado, estamos centrados exclusivamente en la radiación electromagnética, olvidando que el efecto nocivo de las líneas eléctricas podría ser indirecto, y debido a su acción sobre moléculas presentes en la atmósfera, por ejemplo. Y en este sentido, un reciente estudio de una universidad británica relaciona los campos electromagnéticos con un aumento en la concentración de radón, un peligroso gas radiactivo con efectos cancerígenos probados.

Otro aspecto a valorar es el del coste económico que para municipio y particulares va a tener la urbanización junto a líneas eléctricas, que no va a ser pequeño.

Dos soluciones a un mismo problema
Existe un movimiento ciudadano que ha partido de un sector de padres y madres, que mediante la recogida de firmas, aboga por detener las obras del nuevo colegio en tanto no se retire la línea eléctrica, o cambiar su ubicación. A nuestro entender, esta postura tiene notables inconvenientes, y el principal de todos es la paralización de las obras. Colmenarejo necesita este colegio, los niños están escolarizados en barracones, y esta situación no puede mantenerse mucho tiempo más. Además, sin el colegio funcionando, la “urgencia política” desaparece, y podemos entrar en una situación de impasse en la que ni se acabe el colegio ni se retire la línea. Y finalmente, cambiar el colegio de sitio, teniendo en cuenta lo que se llevaba construido en el momento de surgir esta opción, es tanto o más caro que un desvío provisional de la línea a la altura del colegio, que no requiere su paralización.

La otra postura aboga por el diálogo entre las partes afectadas, pero con la condición inexcusable de que la línea debe ser retirada lo antes posible. Esta postura cuenta con la participación del AMPA, los profesores, la Asociación de Vecinos, el Ayuntamiento y Proyecto Verde, y tiene el apoyo de la Plataforma que asociaciones vecinales y ecologistas hemos creado en la sierra madrileña para la retirada de líneas de alta tensión y antenas de telefonía móvil de los núcleos urbanos. El objetivo de esta opción es conseguir que el ayuntamiento se comprometa a que al inicio del curso 2002-2003 la línea haya sido desviada totalmente en todo el casco urbano o, si esto no fuera posible en estos plazos, al menos en el área del colegio. Este compromiso, que ya hemos obtenido de manera verbal en reuniones mantenidas por esta plataforma, deberá formalizarse en cuanto el ayuntamiento ultime los estudios técnicos sobre un desvío parcial. La firma de un documento en este sentido deberá producirse a lo largo del mes de junio. De esta manera quedará garantizado que colegio y línea dejarán de coexistir lo más tardar en septiembre de año 2002.

¿Asunto resuelto?
La solución del problema del colegio, con ser la más urgente, no puede ocultar otros aspectos del asunto. La intención del ayuntamiento es la de desviar la linea a través del Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama. Con apenas dos años de existencia, este Parque, cuya importancia medioambiental es enorme, ya está amenazado por un buen número de municipios que ven en sus dominios no urbanizables un lugar ideal para “meter” todo aquello que no aporta rentabilidad económica directa, y dejar libre el resto para construir, construir y construir. Así, unos quieren meter las carreteras de circunvalación, otros zonas de equipamiento deportivo… y nuestro ayuntamiento quiere meter la linea de alta tensión. Pero al menos, en el caso de Colmenarejo, el ayuntamiento ha puesto sobre la mesa una propuesta: Compensar esta agresión con la inclusión de terrenos en el Parque.
Desde luego, el desvío de las líneas por el Parque sin contrapartidas, obtendría un rechazo frontal de Proyecto Verde y de todo el movimiento ecologista regional. Eso, en el supuesto de que la Comunidad de Madrid en primer lugar y la dirección del Parque en segundo, autorizaran tal cosa (algo que parece improbable, a la vista de las primeras actuaciones de la nueva dirección, encabezada por José María González, un hombre de probada sensibilidad medioambiental). La existencia de contrapartidas debería ser evaluada por los ecologista, la dirección del Parque y la Comunidad de Madrid, y solo la unanimidad desbloquearía el asunto. En cualquier caso, los terrenos a incluir como contrapartida deberían poseer un valor ecológico reconocido y ser aledaños al Parque, obviamente.
Paralelamente, la reciente promulgación de la ley estatal 6/2001 de 8 de mayo que modifica el real decreto 1302/1986 sobre evaluación de impacto ambiental, añade la ejecución de cualquier línea eléctrica aérea de más de 3 kilómetros en zonas de sensibilidad ambiental (y el Parque lo es, desde luego) al grupo de obras en las que se exige evaluación de impacto ambiental.

Si a todos los aspectos políticos y medioambientales anteriormente citados, añadimos los puramente técnicos y jurídicos, cabe concluir que la retirada total de la línea aérea de Colmenarejo es un asunto que va a exceder ampliamente la actual legislatura. Lo contrario sería un milagro. En cualquier caso, la participación de todos los colectivos sociales y políticos sin exclusión, en la búsqueda de una solución satisfactoria, siempre va a suponer un recorte apreciable en los plazos de retirada.

Proyecto Verde