Taller de jabón: Se repartirá en la plaza el próximo fin de semana

Alrededor de una treintena de vecinos se dieron cita para preparar jabón con aceite de cocina usado. La actividad, organizada por Proyecto Verde con el patrocinio municipal, pretende recuperar una práctica ancestral de nuestros mayores, convirtiendo un residuo nocivo para el medio ambiente y las depuradoras, en un producto de excelente calidad que se puede usar como jabón de lavar y de tocador.
Se fabricaron un total de 60 kilos de jabón que serán repartidos gratuitamente junto con un folleto explicativo, los 16 y 17 de diciembre en la plaza de Colmenarejo, de 11:30 a 14:00.

Toros en Colmenarejo: retorno al pasado

Lanzamos un reto de cara a las elecciones: quiten los toros y den gratis libros y material escolar a todos los niños de Colmenarejo

Año tras año, al llegar las fiestas del pueblo, se monta una plaza prefabricada, se compran algunos toros, se buscan novilleros dispuestos a intentar abrirse camino desesperadamente en el mundo taurino y se organizan dos o tres corridas. Y año tras año, cada vez menos público, menos caras conocidas, más dificultad para vender entradas… y una plaza que a pesar de su reducido aforo, a duras penas alcanza la media entrada. Buena parte de los escasos asistentes salen de la plaza con el estómago revuelto: algún año ha tenido que ser la fuerza pública quien rematara al toro después de un sinnúmero de cuchilladas.
El día de la corrida, muy de mañana, se organiza una especie de encierro de no más de un centenar de metros. Asisten una treintena de personas de las cuales la mitad la forman personal municipal, policía local, Guardia Civil y autoridades. Entre los escasos asistentes, algunos borrachos de las juergas de la noche anterior que suelen protagonizar algún espectáculo paralelo. Hace dos años, por ejemplo, agredieron a los empleados de limpieza que trabajaban en el “campo de batalla” del recinto ferial.
Todo muy edificante, muy propio del siglo XXI.
Este año, sorprendentemente, el Ayuntamiento ha echado el resto tratando de revitalizar este espectáculo llamado a desaparecer: durante meses, los empleados municipales se han afanado en acondicionar una parcela en el centro del pueblo para montar la plaza. Así se pretendía atraer más público. Se han publicado artículos en los que responsables municipales mostraban su interés en apoyar estos espectáculos, e incluso se ha invitado a un torero de Galapagar a dar el pregón de las fiestas, que versó (como no podía ser menos) de los toros y la caza.

¿Cuál es el Colmenarejo real?

Toda la campaña municipal de este año para potenciar los toros se ha saldado con un estruendoso fracaso. Han traído el espectáculo al centro del pueblo y lo único que se ha conseguido es congestionar las plazas de aparcamiento de las calles aledañas el día de la corrida, lo que es otra prueba más de que los escasos asistentes vienen de fuera. Los colmenarejanos no queremos espectáculos taurinos por mucho que se empeñen en metérnoslos como sea.
Basta salir a la calle para saber que la demanda de cultura y festejos de este municipio no va por toros, encierros (salvo si es el de alguno), ruidos hasta las tantas y ríos de alcohol. La empresa Gallup realiza desde hace años una encuesta sobre la tauromaquia: la afición a los toros ha ido descendiendo irremisiblemente. Y lo que es más importante, el rechazo frontal a este espectáculo superaba en 2002 el 69% de la población. De los partidarios del toro, el 51% son mayores de 65 años, algo que dice a las claras cuál es la tendencia imparable de nuestra sociedad.
El colectivo taurino aragonés, una comunidad tradicionalmente muy aficionada, creyéndose respaldado por la mayoría de la población, ha promovido una encuesta en un medio de prensa (“Aragón Digital”), creyendo que iban a barrer. ¡Es curiosa la ceguera social de estos aficionados! Solo el 20% han apoyado las corridas, mientras que el 80% las han rechazado. Destaca la ausencia de indiferentes en estas encuestas, que solo suponen el 0,2%.

Un presupuesto millonario

En Colmenarejo, los toros consumen la mayor parte del presupuesto de festejos. A los 70.000 euros que se lleva la empresa organizadora hay que añadir los cientos de horas dedicados por los empleados municipales a acondicionar los alrededores, la policía local, la guardia civil (a los que el concejal de Obras obsequia con un refrigerio de varios centenares de euros)… ¿No estarían todos ellos mejor haciendo otras cosas?
El dinero de las entradas se lo queda la empresa organizadora, de manera que el saldo real de estos festejos puede rondar los 100.000 euros. ¿Se imaginan qué fiestas de Santiago se podían organizar pensando en los niños y los jóvenes? Con ese dinero se podían contratar permanentemente dos médicos más y otro ATS, dar libros gratis a los niños, montar actividades que enganchasen a nuestros adolescentes, abrir la biblioteca, el polideportivo y la Casa de la Juventud todos los días del año… Sin embargo la decisión política es otra bien distinta: sacrificar un grupo de pobres e indefensos morlacos.

Cultura y tradición

Los defensores del mundo taurino aducen que se trata de una tradición ancestral, íntimamente ligada a la cultura. Grandes literatos y artistas, desde Hemingway a Picasso, se han inspirado en este mundo, se han escrito millones de páginas, incluso existe un lenguaje propio y rico. El toro está muy ligado a nuestra cultura y entre sus defensores ha habido mentes preclaras. Todo esto es cierto. Pero si esta relación entre toros, cultura y tradición ha de ser el estandarte para su defensa, hay otra actividad humana que ha inspirado muchísima más creación artística y cultural que lo taurino, mucha más y mejor literatura, poesía, pintura, escultura, música… que está entre nosotros desde mucho antes que el mundo del toro, que da empleo a millones de personas y ha sido y es la base de muchas florecientes economías: la Guerra.

El Universo: Una obra municipal arrasa una vía pecuaria y un cauce

El grupo Proyecto Verde ha presentado sendas denuncias en vías Pecuarias y en la CHT

Varios vecinos de Colmenarejo no dan crédito a lo que está ocurriendo en uno de sus caminos más emblemáticos y protegido por la Ley de Vías Pecuarias. El Ayuntamiento está urbanizando los alrededores del arroyo de la Peraleda, para subastar unas parcelas municipales como suelo de protección pública. Una operación urbanística que ya despertó sospechas entre los concejales de la oposición, que previamente habían abandonado su coalición de Gobierno con APIC.

De lo político a lo ambiental
La polémica de estas parcelas de protección ha trascendido del ámbito político, por su gestión y adjudicación, al del medio natural y propiamente vecinal.

Según han denunciado vecinos del entorno de Prausteros, el camino de Peralejo ha sido cortado y arrasado por la construcción de las calles.

Aparte de los problemas ocasionados a los vecinos que utilizan este camino, el daño provocado al medio natural está siendo valorado por los ecologistas de Proyecto Verde. Valoración que ya ha tenido una primera reacción en forma de denuncias, ante 1o que consideran graves infracciones ambientales. En primer lugar, por el corte y afección del camino de Peralejo han presentado una denuncia en la Dirección General de Vías Pecuarias, dependiente de la Consejería de Economía y Agricultura.

Dentro de las infracciones que se detallan en la denuncia se destacan como infracciones muy graves, la edificación o ejecución no autorizada de cualquier tipo de obra en terrenos de vías pecuarias; y la instalación de obstáculos, o la realización de cualquier tipo de acto, que impida totalmente el tránsito de ganado, o previsto para los demás usos compatibles o complementarios.

En la misma denuncia se incluyen también las que consideran presuntas infracciones graves. Entre estas infracciones se incluyen: la realización de vertidos o el derrame de residuos en el ámbito delimitado de una vía pecuaria; la corta o tala no autorizada de los árboles existentes en las vías pecuarias; y la realización de obras o instalaciones no autorizadas de naturaleza provisional en las vías pecuarias.

Según declaran desde el grupo Proyecto Verde, los daños que están ocasionando estas obras ya fueron denunciados la primavera pasada, cuando comenzaron los movimientos de tierras, por el perjuicio que estaban provocando al arroyo de la Peraleda. Perjuicio que ya entonces se puso en conocimiento del equipo de Gobierno. Sin embargo, tal y como declaran los conservacionistas, “el Ayuntamiento ha seguido consintiendo que la empresa que realiza las obras sume nuevas agresiones a este cauce de alto valor ecológico”.

Por ello, Proyecto Verde también ha denunciado en la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que el arroyo ha sido modificado con maquinaria pesada, provocando además un importante daño en el bosque de galería que caracteriza este humedal, rico en especies autóctonas como el peral silvestre.

También denuncia en la CHT
Incluso, recuerdan los ambientalistas, “el valor de este humedal se medía por las diferentes especies animales que acogía hasta el pasado invierno en que comenzaron las obras”. Y es que, los vecinos recuerdan que en este entorno “era frecuente la llegada de cigüeñas para buscar comida, ante la presencia de numerosos anfibios en sus alrededores”.

En concreto, la zona del citado bosque de galería que ha resultado notablemente dañada por estas obras de urbanización, se considera en su orilla este como un refugio y corredor de fauna, de gran interés por su proximidad al Parque Regional del Curso Medio Río Guadarrama.

Con antecedentes
Este no tiene que ser otro caso más donde pierde la naturaleza

Se ha realizado un nuevo cauce artificial perfectamente apreciable por su geometría. Y se han realizado obras en la zona de policía, a lo largo de unos 300 metros de cauce. Actuaciones estas, que ya fueron denunciadas por Proyecto Verde de Colmenarejo la pasada primavera ante un agente de la CHT”, recuerdan sus responsables. Pese aquella denuncia y puesta en conocimiento del Ayuntamiento, “lejos de remitir o mejorar, la situación ha empeorado notablemente. Todo lo cual entendemos que es atentatorio contra la legislación ambiental y la Ley de las Aguas, por lo que solicitamos se abra un expediente sancionador contra los responsables”, explican. Porque este no tiene que ser otro caso más en el que, “cuando un camino y un arroyo protegidos se enfrentan a los intereses urbanísticos de administraciones o particulares, salen perdiendo” concluyen los conservacionistas.

Los derechos de los No Cazadores

Ah, pero… ¿tienen derechos?

Vivimos en una sociedad en la que no se respeta de igual modo el “derecho a hacer” que el “derecho a que no hagan”. Parece como si los derechos, digamos, “por acción” prevalecieran sobre los derechos “por omisión”. Hace poco, el Gobierno cambió una de estas tendencias con la Ley Antitabaco. De la noche a la mañana, los no fumadores vieron reconocido su derecho a no fumar, algo que debería ser obvio. Pero esta es una honrosa excepción.
Promotor y ayuntamiento tienen derecho a urbanizar, en contra del derecho del ciudadano a disfrutar del entorno natural; bares, chiringuitos y feriantes tienen derecho a alborotar hasta elevadas horas de la noche, en contra del derecho a descansar; todos tenemos derecho a contaminar la atmósfera mientras que ninguno puede aducir su derecho a que no le envenenen; cualquiera tiene derecho a meterse con el quad o la moto por donde quiera en contra del derecho a que no destrocen la naturaleza, que es de todos; y los cazadores tienen derecho a matar, en contra del derecho de cualquiera a disfrutar de la fauna silvestre, y de la propia fauna a vivir en paz.

Movilización

La pasada primavera Proyecto Verde inició una campaña para lograr que dos cotos de caza de propiedad municipal situados en el Parque Regional del Guadarrama fueran declarados zona libre de caza. Nos dirigimos al Ayuntamiento, expusimos nuestros argumentos en reuniones y más reuniones (con las burlas y bromas a que ya estamos acostumbrados), salimos en TeleMadrid, publicamos artículos en prensa, e incluso algunos achacaron al tema de la caza la dimisión de un concejal. El Ayuntamiento no se movió ni un milímetro de su postura. Y a pesar de la que “estaba cayendo” autorizaron el “descaste” y dieron el visto bueno a los planes cinegéticos sin ni siquiera habérselos leído (en palabras de la concejal responsable). Bonita gestión.
Nuestros argumentos en contra de la caza en estos lugares son de sobra conocidos:

  • Están en una zona muy poblada (Camino del Rey).
  • Son cotos de dimensiones ridículas.
  • Es un suelo propiedad de todos los ciudadanos y sin embargo solo un grupo reducido puede disponer de él.
  • Si la fauna de un parque regional no está a salvo, ¿dónde lo va a estar?
  • La afición a la caza en Colmenarejo es marginal frente a la afición por disfrutar de la naturaleza.
  • Ya no queda prácticamente caza en la zona; es una actividad insostenible.
  • Los planes cinegéticos por los que se rigen estos cotos están repletos de errores, falsedades e irregularidades.
  • No existe contrato de arrendamiento del coto a los cazadores, y no se conoce la contabilidad global del coto.

Podríamos seguir con la lista, pero tampoco queremos cansar. Lo importante de todo esto es que las autoridades municipales permiten año tras año que un grupo de cazadores tome el control del único suelo en el que cualquiera de nosotros podría pasear libremente. Su derecho a matar prevalece sobre nuestro derecho a que no se mate, a pasear y a sentirnos seguros.
Durante la época de caza (que comprende desde octubre hasta enero inclusive, más el descaste primaveral, más la media veda veraniega, más autorizaciones excepcionales si las hay…) menos de 100 personas “secuestran” los terrenos municipales de sol a sol, los jueves, sábados, domingos y festivos, con la aquiescencia de las personas que hemos elegido para gestionar, entre otros, esos recursos.
La voluntad de los ciudadanos está muy clara. ¿Tan difícil es hacer entender a nuestros políticos que no están en el gobierno por voluntad de 100 cazadores, o 200 taurinos, o 20 promotores inmobiliarios y propietarios de suelo?

Jugársela

Si es usted un héroe o heroína, puede atreverse a pasear por los caminos que atraviesan Peñarrubia o Las Nicolasas. La ley dice que no se puede cazar en:

  • las carreteras (50 metros a ambos lados) y caminos de uso público (25 metros),
  • las aguas públicas, incluidos sus cauces y márgenes,
  • los núcleos urbanos y rurales y las zonas habitadas y sus proximidades en un perímetro de 100 metros,
  • las villas, edificios habitables aislados, jardines y parques destinados al uso público en un perímetro de 150 metros,
  • tampoco se puede disparar en dirección a estos lugares.

El cumplimiento de estas normas haría imposible la caza en estos cotos, de manera que si pasea por ellos podrá ver cartuchos en caminos, arroyos, junto al vallado de casas… incluso pueden verse impactos en la fachada de algunos edificios del extrarradio. Y no digamos en las señales de carretera, el letrero del Navazo, la Ermita…

Llamada a desaparecer

La nueva ley de parques nacionales prohíbe la caza en estos espacios, excepto por motivos científicos. Los parques naturales deberían seguir el mismo principio, puesto que lo que es dañino para un parque nacional también lo es para uno natural; a fin de cuenta la distinción es solo jurídica.
Algún día, nuestros descendientes se asombrarán de que a comienzos del siglo XXI se permitiera cazar animales silvestres en un parque regional protegido.
Al margen del daño que se infringe al medio ambiente, y de los derechos vulnerados de la mayoría de ciudadanos, no podemos pasar por alto un hecho que no por terrible deba ser silenciado: cazar implica disfrutar con la muerte de un animal. Esto debería hacernos reflexionar.

Cuándo cazan

Periodo hábil: 8 de octubre a 31 de enero, jueves, sábados, domingos y festivos.
Media veda: se establece para aprovechar el paso de especies migratorias; del 11 de junio al 16 de julio, jueves, sábados, domingos y festivos.
Control de depredadores: del 29 de enero al 28 de febrero, (prolongable hasta el 30 de marzo) de lunes a viernes. Cuando se solicite.
Descaste: eliminación de supuestas sobrepoblaciones, del 20 de agosto al 18 de septiembre, jueves, sábados, domingos y festivos.
Capturas de conejo con hurón: supuestamente para su vacunación, del 8 de octubre al 28 de diciembre, y del 29 de enero al 30 de marzo, días no festivos.
Daños a la agricultura: permisos que se conceden para cazar jabalíes por daños a la agricultura. En cualquier época.
Animales domésticos: perros y gatos supuestamente asilvestrados. En cualquier época.
Todas estas modalidades de caza se conceden regularmente.
¿Cuándo podemos pasear tranquilos?

Urbanismo, especulación y Agenda 21

¿Qué futuro urbanístico nos aguarda?

El mes de septiembre de 2002, mediante acuerdo plenario, todos los grupos políticos comprometieron su adhesión a la Carta de Aalborg, “con el fin de promover un desarrollo estratégico y sostenible del municipio”,  lo que implicaba la elaboración de la Agenda 21 local y su correspondiente Plan de Acción.
Igualmente, por acuerdo plenario, el 30 de diciembre de 2004, —con el respaldo de APIC y PSOE y la abstención del PP—, el Ayuntamiento concluyó en que “el proceso de Agenda 21 de Colmenarejo ha superado con éxito las dos primeras fases previstas” y se comprometía a poner en marcha el Plan de Acción Local.

Un plan por la trastienda

La elaboración de la Agenda 21 de Colmenarejo fue el resultado de muchas horas de trabajo de colectivos ciudadanos y particulares, con alto nivel de consenso.
En la primavera de 2005, la asociación de vecinos “La Agrupación”, próxima a APIC, nos sorprendió anunciando un acto para dar a conocer el Avance del Plan General de Urbanismo. A los pocos meses, fue el equipo de gobierno de APIC, quien presento el Avance a la opinión pública, facilitando, durante el verano, una recogida de sugerencias, que fue contestada por la oposición y Proyecto Verde por insuficiente y escasamente difundida, por lo que APIC, se vio obligada a exponer el avance y recoger las sugerencias hasta finales de noviembre de 2005.
Proyecto Verde presentó numerosas sugerencias, que aún no han sido contestadas (aunque sí fueron rechazadas en  un Pleno de manera global), y en un acto celebrado el pasado marzo, explicamos las razones por las que nos oponíamos a este primer documento de Avance del Plan General. Algunas de las más llamativas son que el plan posibilita una población en torno a los 25.000 habitantes y para algunos urbanistas superar los 30.000. Que se destinaban 3 millones de m2 a urbanizar (el 52% de todo lo que se podría construir), recalificando 2,5 millones de m2  de suelo hasta ahora protegido. Es decir, un plan netamente especulativo. Tan es así, que cuenta con el respaldo de algunos concejales procedentes del Partido Popular.
Este Avance también ha recibido el respaldo público de la Agrupación Socialista de Colmenarejo y de Izquierda Unida. No ha sido respaldado por los concejales procedentes del Partido Socialista y que han sido expulsados del mismo.

Mal momento para la especulación urbanística

Hace unos días hemos recibido la noticia a través de un representante de “La Agrupación” (Asociación de Vecinos) de que queda paralizado el Plan General hasta después de las próximas elecciones locales, porque a pesar de que la Agrupación Progresista Independiente de Colmenarejo, APIC, cuenta con el respaldo de los concejales expulsados del Partido Popular, no quiere aprobarlo porque, entre otras cosas –dicen- el PSOE no tiene concejales y tampoco Izquierda Unida.
A pesar de que han desperdiciado otros cuatro años (y ya van 8), ya tenemos claro el modelo de urbanismo que nos ofrecen los partidos políticos de Colmenarejo. En todos los casos un modelo especulativo y alejado de los planteamientos de la Agenda 21.

¿Qué fue de la Agenda 21?

APIC en su campaña electoral se comprometió a respetar las propuestas de la Agenda 21, engañando a los vecinos de Colmenarejo. El gobierno municipal contaba con el respaldo suficiente para haber sacado adelante un Plan General respetuoso con la Agenda 21 y no lo ha hecho porque en su intención no ha estado nunca aplicar la Agenda 21. La prueba está en que desde el 30 de diciembre de 2004 en que se aprobó el Plan de Acción, sus propuestas han quedado en total olvido municipal.
En estos días, urbanismo, especulación y corrupción están en los medios y han sido asociados y asumidos por la ciudadanía como algo ampliamente extendido. La mayoría de los ayuntamientos no tienen voluntad alguna de poner el urbanismo al servicio de los intereses generales y se han hecho cómplices de la degradación que sufre el medio ambiente. Han ignorado que nuestra Constitución consagra el uso social del suelo:
“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos (Art. 47 Constitución Española)”.
Están utilizando los planes de urbanismo no para solucionar problemas de los pueblos sino para poner en venta el suelo a precios de escándalo que después tenemos que pagar los demás cuando adquirimos nuestra vivienda, enriqueciendo a unos pocos.
Cuando en estos últimos meses los casos de corrupción han salpicado a los dos principales partidos políticos, se han hecho los despistados, diciendo que se van a tomar medidas para evitar los abusos. En Colmenarejo el documento de planeamiento propuesto multiplica la población por cuatro y sin embargo ahí tienen a los partidos que se dicen de izquierda dando su bendición al plan y a APIC defendiéndolo. Se desprotege suelo que actualmente está protegido y ¡todo vale!

Solo hay que querer

Los ayuntamientos, si tienen voluntad de proteger la calidad de vida de sus ciudadanos y luchar contra la especulación, disponen de instrumentos para paliar los efectos agresivos de estas leyes. Pueden proteger suelo en vez de desprotegerlo. Pueden hacer un planeamiento “en negativo”, es decir, primero proteger y, del suelo que quede, planificar su uso gradual y racionalmente atendiendo a su finalidad social, como dice el mandato constitucional. No pueden, como lo ha estado haciendo el ayuntamiento de Colmenarejo, vender suelo público a precios especulativos como el resto de los agentes que intervienen en el mercado de suelo.
Quizás el urbanismo es demasiado importante para dejarlo en manos de los políticos y tenga que ser la ciudadanía la que se movilice para que los planes de urbanismo no sean especulativos, sean respetuosos con la naturaleza y den solución a las aspiraciones de los ciudadanos.
Lo que hemos visto en estos últimos años ha sido el fracaso de la política y del equipo de gobierno de APIC, incompetente para gestionar una oportunidad histórica de sacar adelante un plan acorde con los principios de la Agenda 21. Tenían todo en su mano para respetar a los ciudadanos y su voluntad, y convertirse en un modelo político a seguir, y sin embargo han preferido desoír la voluntad de los ciudadanos.
Nosotros, Proyecto Verde, somos los únicos que nos hemos opuesto abiertamente a este Plan, y lo seguiremos haciendo frente a quien sea, mientras que el plan propuesto quiera convertir Colmenarejo en algo que solo beneficia a unos pocos.