Reunión con el Director General del Medio Natural para tratar la polémica limpieza de las riberas del Aulencia

Finalmente, el trabajo desarrollado a lo largo de los últimos cuatro meses para conseguir un cambio de postura por parte de la Administración en su política de limpieza de las riberas del Guadarrama y el Aulencia, ha cristalizado en unos compromisos muy positivos por parte de Juan del Álamo, Director General del Medio Natural de la Comunidad de Madrid.

La mayor parte de socios de Proyecto Verde y la inmensa mayoría de ciudadanos de Colmenarejo desconocen las graves actuaciones que la empresa Tragsa, por encargo de la Consejería de Medio Ambiente, ha llevado a cabo en las riberas del Aulencia. Pero si de desastrosos podemos calificar los trabajos desarrollados durante la pasada primavera, son aún peores los que estaban previstos, y que, finalmente, hemos podido paralizar con la ayuda de otros colectivos ecologistas.
No hemos querido, en primera instancia, utilizar la presión mediática en este tema, con la esperanza de lograr mejores resultados mediante una táctica más conciliadora, como afortunadamente así ha sucedido. Creemos que merece la pena relatar telegráficamente una historia que muy pocos conocemos.
Finales de marzo. Miembros de Proyecto Verde, que están trabajando en el Inventario Medioambiental de Colmenarejo, detectan la presencia de varias cuadrillas realizando talas y desbroces en las riberas del Aulencia, en el extremo sur del término municipal, en una zona de máxima protección del Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama. Alarmados por la magnitud y características de los trabajos, lo ponen en nuestro conocimiento. Acompañados por expertos de la asociación, hacemos un primer recorrido por la zona, comprobando la gravedad de la intervención. Donde antes existía una espesa y rica vegetación, que protegía el cauce del río, permitiendo la pervivencia de una gran variedad de flora y fauna, ahora ha quedado un cauce deforestado, donde sólo se han respetado los árboles de mayor porte y crecimiento rectilíneo, eliminando todo el matorral, incluyendo especies protegidas y podando ramas de diámetros muy superiores a los permitidos. En esta primera aproximación, los hechos son calificados de “atentado medioambiental”.
Ventinueve de marzo. Se pide la colaboración de ARBA —Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono— para que haga una evaluación de la flora y emita un informe sobre la actuación de Medio Ambiente.
Cinco de abril. ARBA nos hace llegar su informe. Resulta extraordinariamente crítico con los trabajos de poda y desbroce en todos sus aspectos. Adjunta, asimismo, un completo inventario de la flora presente en la zona; Noventa especies de plantas, algunas muy escasas en la provincia y no citadas con anterioridad en la zona, como el Rusco (Ruscus aculeatus). Este informe constata la variedad y riqueza en flora del lugar, al tiempo que detecta la tala de pies enteros de Saúco (Sambucus nigra), especie catalogada como de especial interés, y protegida por las legislaciones autonómica, estatal y europea.
Siete de abril. Se remite un primer informe a la Dirección General del Medio Natural, a través del Ayuntamiento de Colmenarejo, en el que se solicita la inmediata paralización de los trabajos, al tiempo que se muestra nuestra desolación por el grave daño producido al ecosistema.
Segunda semana de abril. Se interrumpen los trabajos de poda y desbroce.
Once de abril. Se recibe del Museo Nacional de Ciencias Naturales una identificacion de mejillón de río hallado en la zona: Unio pictorum, que no estaba citado aguas abajo de Valmayor. Se constata el grave daño producido a las aves nidificantes y a la colonia de galápago leproso, por citar un par de ejemplos.
Diecisiete de abril. Recibimos, a través del Ayuntamiento, un informe firmado por José Luis García Martín y Rafael Mosquera Silvés, Jefe de la Sección II y Director de la Obra, respectivamente, en el que se justifican los trabajos realizados. La absoluta carencia de rigor científico y las disparatadas aseveraciones de este informe, ponen de manifiesto lo errático en las directrices utilizadas para este proyecto, presupuestado en varias decenas de millones de pesetas de dinero público.
Finales de abril. Se toma la decisión de llevar este asunto hasta sus últimas consecuencias, dada la gravedad de los hechos. Para ello se convoca a un “Comité de Expertos” de Proyecto Verde, integrado fundamentalmente por biólogos, y naturalistas, al que se invita a Javier Zarzuela, de Ecologistas en Acción de Galapagar y representante por los ecologistas en la Junta Rectora del Parque del Guadarrama; Arturo Almodovar, biólogo auditor ambiental; Gema Morales, bióloga experta en anfibios y reptiles; Julián García Valverde, economista con una dilatada experiencia en la Administración, y Mª del Carmen Guillén, bióloga. Este comité, formado por 20 personas, ultima durante más de un mes, un detallado informe, que queda listo a primeros de junio, después de varias reuniones y visitas a la zona afectada.
Primeros de mayo. Se debate la estrategia a seguir. Puesto que el daño ya está hecho y se han logrado paralizar momentáneamente las actuaciones, prevalece el criterio de dialogar con la Administración frente al de denunciar ante el Fiscal de Medio Ambiente y los medios de comunicación. No obstante, para “allanar” el camino, publicamos alguna nota en la prensa local sobre el asunto, eludiendo otros medios de mayor trascendencia, también interesados en el tema.
Cuatro de mayo. Recibimos una llamada del ingeniero responsable de la poda del Aulencia, en un tono sumamente conciliador, ofreciéndose a explicarnos los trabajos realizados. La respuesta es que “los trabajos se explican por sí mismos”.
Seis de mayo. Asamblea de la federación de Madrid de Ecologistas en Acción. Proyecto Verde informa del tema, encontrando un apoyo absoluto. Se acuerda utilizar la experiencia en Colmenarejo y el trabajo realizado por Proyecto Verde para extrapolarlo a toda la Comunidad de Madrid y así tratar de conseguir un compromiso global por parte de la Administración en el delicado tema de tratamiento de riberas.
Siete de mayo. Alberto Fernández Lop, Dr. en biología y responsable del área de medio natural de WWF•Adena, se pone en contacto con Proyecto Verde para visitar la zona afectada. Queda doblemente impresionado: de un lado, por la calidad del bosque de ribera que aún queda intacto; del otro, por la tropelía llevada a cabo en la zona “limpiada”. Se ofrece a colaborar con nosotros en todo lo que sea necesario.
Mes de mayo. A lo largo del mes, se establecen varios contactos con los ingenieros responsables y se consultan documentos en la propia Consejería (se ponen todas las trabas posibles, denegándonos el acceso a documentos y prohibiéndonos hacer fotocopias, lo que nos obliga, incluso, a copiar a mano varias páginas de la Memoria Técnica). De la documentación consultada, se desprenden una serie de circunstancias poco “habituales” en los procedimientos de contratación. No existe Pliego de Condiciones para sacar a concurso la obra del Aulencia. Ésta se ha adjudicado directamente a Tragsa, empresa participada por el Estado, tristemente famosa en círculos ecologistas por sus frecuentes “deslices” medioambientales. También descubrimos que el documento técnico sobre cuáles debían ser los trabajos a realizar ha sido elaborado por Tragsatec, filial de Tragsa, sin que hayan intervenido los técnicos de la Consejería. Es decir, que es una empresa quien decide qué es lo que se hace en un Parque Regional, cómo se hace y quién lo hace, con el beneplácito de la Administración y a espaldas de los Ayuntamientos implicados y de la Junta Rectora del Parque. Así —como no podía ser de otra manera— se suceden en dicha memoria los desatinos, algunos tan disparatados como el de repoblar las riberas —previamente deforestadas— con especies que jamás han estado presentes en nuestro río, como plátano, almez o tamarix.
Primeros de junio. Se establece contacto con algunos de los mayores expertos en el campo de los sotos, ligados muchos de ellos a la Universidad: Agustina Sterling, Francisco Lara, Marta González del Tánago y Eugenio Rico. Se les remite el informe elaborado por Proyecto Verde, para someterlo a su consideración e incorporar sus observaciones. La opinión es muy favorable y la felicitación, unánime. Algunos, incluso, se ofrecen a suscribirlo. No obstante, se acuerda con ellos, “dejarles en la recámara” para, en caso de que la Administración no acepte nuestros postulados, solicitar su mediación, como personas de prestigio reconocido y desligadas tanto de la Administración como del movimiento ecologista.
Primera semana de junio. Cambios en la consejería de Medio Ambiente. El nuevo Consejero convoca la Junta Rectora del Parque Regional. Los representantes ecologistas dan una primera pincelada sobre el asunto “Aulencia-Guadarrama”.
Mediados de junio. Reunión de la cúpula de Ecologistas en Acción con el nuevo Consejero de Medio Ambiente. Se le informa de la reunión que se ha solicitado con el Director General, Juan del Álamo, para tratar el tema del Aulencia-Guadarrama y se le hace un pequeño anticipo de lo que se avecina.
Dieciseis de junio. Ya hay fecha para la reunión con el Director General del Medio Natural: 29 de junio.
Última semana de junio. Se dan los últimos retoques al informe y se perfila la estrategia. Existen rumores de que Tragsa ha preparado un contrainforme.
Ventinueve de junio. Reunión con el Director General. Asisten, además del propio Juan del Álamo y de José Luis García, responsable de la obra, Paco Segura, biólogo y coordinador de la Federación de Madrid de Ecologistas en Acción, Alberto Fernández Lop, Javier Zarzuela y el presidente de Proyecto Verde. A lo largo de hora y media, y una vez contrarrestado un intento de justificación por parte de José Luis García de los trabajos realizados, la reunión entra en un cauce muy receptivo por parte del Director General. La Administración reconoce tácitamente sus carencias en cuanto al bagaje científico a la hora de valorar y diseñar actuaciones de este tipo. Pronto se alcanzan algunos compromisos. Los más destacables son:
• Suspender la proyectada reforestación con ahoyadoras montadas sobre retroescavadora y cualquier otra intervención en el Aulencia.
• Compromiso de informar y someter a consideración previa de los grupos ecologistas implicados cualquier intervención en los sotos de ribera del Guadarrama y el Aulencia.
• Elevar una consulta a expertos sobre la función de las zarzas en los ecosistemas de ribera (asunto polémico y muy debatido).
• Realizar unas Jornadas en Colmenarejo sobre bosques de ribera, en las que participen la Administración, la comunidad científica y los ecologistas.

Conclusión
Proyecto Verde considera que ha merecido la pena el esfuerzo de estos meses. Si tras la desafortunada actuación de Medio Ambiente en las riberas del Aulencia, se logra —como así esperamos— un compromiso para adecuar sus actuaciones en el tratamiento de riberas al dictado de la comunidad científica, daremos por buenos los dos kilómetros de soto destruidos, porque serán los últimos que se destruyan en la Comunidad de Madrid. Así lo esperamos y deseamos, y en esa línea seguiremos trabajando.
Por otra parte, la disposición del Director General, que los asistentes a la reunión calificamos casi unánimemente de muy buena, permite albergar fundadas esperanzas de disponer de un valioso interlocutor, abierto al diálogo y al consenso en otros temas de enorme importancia, como el Plan de Ríos, previsto para los próximos cinco años, y al que se va a destinar una partida de diez mil millones de pesetas.
La celebración de unas jornadas en Colmenarejo sobre los Bosques de Ribera, va a permitir reunir en una mesa a los máximos especialistas en esta materia, a la Administración y a los ecologistas. El objetivo es lograr unas conclusiones consensuadas que vinculen a la Administración, al tiempo que se recopila en una edición todas las ponencias presentadas. El objetivo es ambicioso, pero alcanzable.
Para finalizar este extenso artículo, Proyecto Verde quiere mostrar su agradecimiento a cuantos han trabajado durante estos meses para evitar que cosas como ésta vuelvan a suceder. A todos ellos les cabe la satisfacción y el orgullo de un trabajo útil y bien hecho, cuyos objetivos se han logrado plenamente.
Aquel que desee una copia del Informe elaborado por nuestra asociación sólo tiene que pedirlo a Proyecto Verde.

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