Comentarios acerca de la nota del Ayuntamiento sobre Prao Buriños

COMENTARIOS A LA NOTA INFORMATIVA DIFUNDIDA POR EL EXCMO. AYTO DE COLMENAREJO EN REFERENCIA AL ASUNTO «CERCADO DE BURIÑOS»

Proyecto Verde de Colmenarejo – Ecologistas en Acción

 

Leída con atención la nota informativa que el ayuntamiento de Colmenarejo ha remitido a su prestigioso diario, quisiéramos hacer algunas puntualizaciones.

En primer lugar, resaltar la profesionalidad de sus redactores. Hemos de decirle —aunque usted ya lo sabe— que hay muy pocos medios que contrasten este tipo de noticias como lo hacen ustedes. En el caso que nos ocupa, la noticia apareció publicada no sólo con la opinión de Proyecto Verde, sino con la de la propia alcaldesa de Colmenarejo y del director del Parque Regional y de la Guardería Forestal, quienes dejaron claro cuáles eran los usos admitidos para el «Cercado de Buriños» (o «Burriños», lo del nombre es lo de menos).

Respecto a la nota informativa del ayuntamiento, queremos comentar lo siguiente:

Respecto al Punto primero

El Inventario de Instalaciones en Suelo no Urbanizable no es un documento normativo. En la Introducción (cuya copia le remito) se dice muy claramente y subrayado por el propio equipo redactor, que no se trata de un documento de tipo regulador de condiciones urbanísticas, sino un documento de tipo testimonial de la situación, usos, etc. de las edificaciones en suelo no urbanizable, destacando además que este suelo requiere de unos mecanismos de control para evitar su deterioro y destrucción. En buena medida (y salvando algunas construcciones realizadas con todas las garantías legales, como las del Canal de Isabel II, por ejemplo) este inventario recoge edificaciones antiguas, realizadas con anterioridad al desarrollo efectivo de la disciplina urbanística, y edificaciones de los últimos 20 o 25 años, que se han hecho sin licencia ni permisos, de manera ilegal, y de cuya existencia el ayuntamiento tiene constancia.

En la ficha urbanística de esta finca, que el ayuntamiento ha tenido «la precaución» de transcribirles solo de forma parcial (y que nosotros le enviamos completa), se especifica claramente que las edificaciones existentes en Buriños no tienen autorización urbanística ni licencia de edificación.

También comprobará en la ficha del inventario que le adjuntamos que las construcciones inventariadas no son tres viviendas, como afirma el ayuntamiento en su escrito, sino dos viviendas y un cobertizo.

Respecto a la posible segregación de la finca, en el vallado actual, que suponemos respeta dicho trazado, cada una de las tres edificaciones existentes cae dentro de una de las parcelas valladas. Sin embargo, cuando se solicitó permiso a la Junta Rectora del Parque Regional, para rehabilitar los edificios con vistas a la cría de burros y caballos, se solicitó para una única finca (como no podía ser de otra manera, ya que los asuntos deben llevarse individualizados para cada caso), y no para cuatro. Por lo tanto, si esta segregación existe (que no lo sabemos) se ocultó deliberadamente a la Junta Rectora, y se hicieron pasar cuatro fincas como una sola, porque de lo contrario jamás se habría autorizado cuatro negocios de cría de burros juntos (eso ya habría «olido demasiado mal»).

Respecto al Punto segundo

Nos parece increíble que el propietario, al no permitirle la Junta Rectora rehabilitar las edificaciones con fines residenciales (que era su verdadero interés) y solo para la cría de burros, decidiese «pasar» de los «pollinos» y hacer sólo los chalés, con el visto bueno del ayuntamiento, que además, se atreve a defenderlo públicamente.

La Ley 20/1999 del Parque Regional del Guadarrama, deja muy claro que cualquier actuación en el Parque deberá ser aprobada por Consejería de Medio Ambiente; Desde levantar o reparar una valla hasta, por supuesto, convertir una ruina en un cómodo chalet. Y no existe esa autorización. ¿Pretende el ayuntamiento hacerle creer que la razón esgrimida por la Junta Rectora para prohibir el uso residencial era la de evitar las molestias que tal actividad podía suponer a los residentes, y que una vez eliminados los pollinos nada se oponía a urbanizar el lugar?

Respecto al uso residencial, ya se ha comentado en el apartado anterior.

Respecto al Punto tercero

El propio ayuntamiento reconoce haber concedido licencia para remodelación de las edificaciones con usos residenciales, en un lugar en el que la ley lo prohíbe de manera terminante. Poco más tenemos que añadir, porque pocas veces nos encontramos ante presuntas irregularidades cometidas por la administración municipal tan claras y tan aceptadas como esta. Respecto a la valla, aunque pongan gateras, la chapen de piedra o la pinten de camuflaje, no reúne los requisitos establecidos en la legislación aplicable a una zona de máxima protección de un Parque Regional, entre otras cosas porque no solamente es el perímetro exterior el que debe ajustarse a la ley, sino también los cientos de metros de parcelación interna, irregular, que el ayuntamiento parece olvidar, aunque ha dado licencia para ello.

Respecto al Punto cuarto

La normativa del Parque Regional no es en absoluto confusa por lo que respecta a edificaciones existentes. En primer lugar, media el dictamen de la Junta Rectora diciendo que no se admiten los usos residenciales en la zona. Y la mencionada Ley 20/1999, establece con mucha claridad que:

 

El territorio incluido en el parque regional tendrá la calificación urbanística de Suelo no Urbanizable de Especial Protección (Art. 7)

Se prohíbe expresamente la construcción de nuevas edificaciones o modificación de las existentes salvo en las condiciones y con arreglo a lo establecido en la presente Ley (Art. 9) (es decir, la aprobación, entre otras instancias, de Medio Ambiente (Disposición Adicional Segunda)).

 

Respecto a la parte final de la nota informativa del ayuntamiento de Colmenarejo, hemos de decir que Proyecto Verde presentó el 31 de mayo un escrito en el registro municipal comunicando al ayuntamiento las irregularidades observadas en la finca Buriños, instándoles a tomar medidas urgentes, y advirtiéndoles que de no hacerlo podrían incurrir en un presunto delito de prevaricación. Ese mismo día y también por registro, solicitamos una reunión con la alcaldía y las concejalías de medio ambiente y urbanismo para hablar del asunto. Como única respuesta hemos recibido amenazas de denuncia por boca de distintos miembros de la corporación, y ahora en el escrito que dirigen al Diario del Noroeste. En ese sentido, está muy clara cuál es la voluntad de dialogar y facilitar información que tiene el ayuntamiento.

Ante la imposibilidad de hablar con el ayuntamiento y viendo que su actitud era la de «matar al mensajero» decidimos, a primeros de julio y más de un mes después de presentada la solicitud de reunión, poner el asunto en conocimiento de la prensa. Y finalmente, el 19 de julio presentamos sendas denuncias administrativas ante la Consejería de Medio Ambiente y la Consejería de Obras Públicas y Urbanismo, cuyo contenido le remitimos. A la vuelta de vacaciones se reunirá de nuevo la Junta Directiva de nuestra asociación para estudiar acciones judiciales.

La actuación del ayuntamiento no puede ser explicada en clave benevolente, como tantas veces se hace, de un ayuntamiento pequeño, con pocos medios, de gente poco preparada, que incurre en irregularidades sin darse cuenta… La alcaldesa es abogado y además cuentan, como todos los municipios, con el asesoramiento de un secretario. Han recibido escritos nuestros advirtiéndoles de la situación, y los medios de comunicación, incluida la televisión, se han hecho eco de los acontecimientos. No cabe, por tanto, alegar desconocimiento. Están intentando engañar a los ciudadanos, e incluso a la misma prensa, tratando de «colarnos» un inventario de construcciones irregulares como si fueran Normas Urbanísticas o Planos de Ordenación, hablando de tres viviendas tradicionales cuando solo hay dos y sin licencia de ningún tipo, saltándose a la Junta Rectora y sus decisiones como si se tratase de un juego… y poniendo en duda la honestidad profesional de sus periodistas y la nuestra propia.

Este asunto se explica en clave de prepotencia y soberbia municipal; Y en un ayuntamiento cuya alcaldesa rubricó su programa electoral con una frase que le proporcionó buena parte de los votos que la auparon al sillón consistorial: «Todas nuestras acciones estarán regidas por el más absoluto respeto al medio ambiente» ¡Ya lo estamos viendo!

Muchísimas gracias por su atención,

Presidente de Proyecto Verde de Colmenarejo

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