EL MUNDO: Expedientes al Canal de Isabel II

Medio Ambiente. La Confederación Hidrográfica del Tajo ha abierto dos expedientes sancionadores al Canal de Isabel II por verter fangos procedentes de las potabilizadoras de Valmayor y Santillana.La dirección de la empresa señaló ayer que parte proceden de ayuntamientos y se ofreció a retirar los lodos

La Confederación Hidrográfica del Tajo ha abierto dos expedientes sancionadores al Canal de Isabel II debido a los vertidos de lodos que han realizado las plantas potabilizadoras de Valmayor y Santillana.

El Canal de Isabel II es una empresa pública, que depende de la Comunidad de Madrid y que se encarga de la gestión del ciclo integral del agua en toda la región autonómica. Depende de la Vicepresidencia Primera y su presidente es el propio vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

El expediente que ha abierto la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que es la encargada de velar por la calidad de las aguas, se ha producido después de unas denuncias realizadas por el grupo Ecologistas en Acción y que el Canal no hubiera cumplido los 18 meses que le dió la CHT para solucionar los problemas de la planta de Valmayor.

El pasado mes de octubre este grupo denunció que la calidad de las aguas se había reducido en los ríos Aulencia y Manzanares, por lo que realizaron algunos análisis y detectaron la presencia de lodos, según informó un portavoz de esta asociación.

Ecologistas en Acción presentó una denuncia ante la Confederación del Tajo. Este organismo remitió hace una semana un escrito a este grupo en el que informaba de que se había resuelto el asunto con la apertura de sendos expedientes sancionadores.

Los militantes de esta asociación comenzaron hace 15 años constantes denuncias públicas pues consideraban que las estaciones potabilizadoras de agua no deberían verter los lodos a los ríos. Estas estaciones son las que limpian el agua que está en los pantanos para que lleguen a la red de los pueblos y ciudades de la Comunidad de Madrid en buenas condiciones para beber. En concreto, el Canal de Isabel II tiene un total de doce estaciones entre las que se encuentran las de Valmayor y Santillana, que han sido las que han recibido las denuncias de Ecologistas en Acción.

La denuncia del grupo ecologista señala que el constante vertido de lodos ha provocado la desaparición de la fauna en muchos de los kilómetros de los ríos Aulencia y Manzanares.

La Confederación encargó el estudio para ver la situación de la presa del Aulencia, al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, CEDEX (Ministerio de Fomento), que realizó en abril de 2005 una serie de sondeos con el fin de determinar el origen de los lodos.

La conclusión del estudio señala lo siguiente: «A la vista de los resultados se puede afirmar que los materiales que actualmente se encuentran en el embalse de Aulencia no corresponden a los sedimentos propios del embalse. Su naturaleza parece corresponder más bien a residuos de fangos procedentes de la estación depuradora que trata las aguas del embalse de Valmayor, situada aguas arriba y de los vertidos procedentes de las aguas residuales que genera el núcleo poblacional de Colmenarejo».

Los lodos han colmatado «prácticamente» este embalse, hasta un 40% del total.

En la actualidad, la presa del Aulencia se encuentra saturada hasta 20 cm de su superficie de lodos tóxicos. Incluso están apareciendo isletas en el centro del embalse. Estos lodos, que contienen, según los ecologistas, concentraciones muy superiores a las permitidas «de metales peligrosos y muy peligrosos (mercurio, plomo, níquel, cobre, manganeso…)» proceden de los vertidos continuados que desde su construcción -hace más de 30 años- viene realizando la planta potabilizadora de Valmayor. Los valores de hierro encontrados han sido del 30%, mientras que los de fósforo se elevan al 28%. Se ha inutilizado una piscifactoría que había en la zona y generado graves olores durante las épocas estivales.

Hace cerca de cuatro años, y a raíz de que grupos ecologistas (Proyecto Verde-Ecologistas en Acción, Grefa…) dieran la voz de alarma, el Canal de Isabel II construyó balsas para decantar los lodos y así poder retirarlos, algo a lo que está obligado.Pero la obra realizada fue, desde su inauguración, totalmente insuficiente, y la potabilizadora siguió realizando vertidos al cauce.

El proceso de potabilización implica una serie de tratamientos físicos y químicos del agua para hacerla apta para el consumo humano. Estos tratamientos emplean substancias que no deberían pasar al cauce de los ríos. Para evitarlo, estos residuos se decantan en unas balsas al efecto y posteriormente se retiran en camiones o por otros medios.

Cuando estas balsas no existen, o su capacidad es insuficiente, estos lodos pasan al cauce, contaminándolo, matando la fauna piscícola, la flora acuática, colmatando los embalses, anegando los cauces y provocando. En definitiva, la muerte de los ríos y embalses que hay aguas abajo. La presa del Aulencia ha sido hasta hace unos 20 años, uno de los lugares de vida silvestre más importantes de la Comunidad de Madrid.

Las gentes del lugar y las citas científicas cuentan que era un embalse de invernada de numerosas aves acuáticas, y en el que anidaban cigüeñas negras (especie en vías de extinción).En sus aguas era fácil ver nutrias y la riqueza en especies de fauna piscícola autóctona era extraordinaria. Actualmente es el humedal más contaminado de la Comunidad de Madrid, y la vida ha desaparecido.

Los grupos científicos y ecologistas consideran urgente proceder a elaborar un plan de limpieza de estos embalses, que permita devolverles el explendor. Se trata de una tarea costosa que deberá ser abordada por el Canal de Isabel II y la propia Confederación Hidrográfica. «También los ayuntamientos afectados de Colmenarejo y Valdemorillo, que hasta la fecha han guardado un silencio cómplice, deberán tomar medidas e incluso denunciar, ante los juzgados si fuera necesario, la destrucción del patrimonio de todos sus ciudadanos y de todos los españoles», explican los denunciantes.

El gerente del Canal de Isabel II, Ildefonso de Miguel, dijo a este periódico que aún no habían recibido ninguna notificación de la Confederación, a pesar de que había estado durante la mañana en una reunión con el responsable de este organismo.

Negó que su empresa fuera responsable de los vertidos del Manzanares.Respecto al Aulencia señaló que proceden también de los residuos que vertían los ayuntamientos de la zona hasta 2003 cuando se puso en marcha la nueva depuradora. Sí reconoció que se han vertido lodos naturales en el Aulencia, pero desde el momento en que llegó el nuevo equipo se iniciaron las obras para que no se produzcan estos vertidos. Están dispuestos a colaborar en la limpieza de los lodos existentes.

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