De Carlos González-Amezúa Heredero
A Mª Isabel Peces-Barba Martínez
Colmenarejo, 4 de abril de 2000
Estimada Alcaldesa:
En una salida rutinaria que realizamos algunos miembros de Proyecto Verde —entre los que se encontraban 2 biólogos del grupo— aguas abajo del río Aulencia, desde la presa vieja hasta la confluencia de los términos municipales de Colmenarejo con Villanueva del Pardillo y Valdemorillo, pudimos observar las actuaciones de desbroce y limpieza de riberas que está llevando a cabo la Consejería de Medio Ambiente, según reza un cartel anunciador a escasos metros del molino viejo.
Tanto yo como mis compañeros quedamos profundamente desolados ante una actuación que está destruyendo sistemáticamente una vegetación de ribera de gran valor ecológico.
La actuación de las cuadrillas se centra en el desbroce sistemático y no selectivo de cualquier tipo de vegetación, dejando sólo en pie —aunque con profundas y radicales podas— los árboles de mayor porte. Son los únicos que se libran de la «quema». El resto, no importa que sean retoños de encina, arce de Montpellier, rusco, sauce, álamo, zarzamora, carrizo… han desaparecido.
El río Aulencia, visitados por nosotros hace tres meses, resultaba entonces casi inaccesible; ahora serpentea por una llanura, desprovisto de toda vegetación, huérfano de la protección que da la cubierta vegetal, y muestra en toda su crudeza una densa mancha negra a lo largo de toda su ribera, mancha originada por los vertidos de Colmenarejo y los lodos que periódicamente «suelta» la potabilizadora del Canal de Isabel II.
La actuación de «limpieza» es enormemente dañina por muchos motivos, alguno de los cuales te expongo a continuación:
1 Se está ocasionando un daño irreparable a infinidad de especies —sobre todo aves, anfibios y reptiles— que, aprovechando el refugio de la densa vegetación existente, están en época de cría. Ninguna de ellas puede sobrevivir a esta actuación.
2 Al eliminar indiscriminadamente toda la vegetación, se está privando al río de un proceso de depuración natural por el efecto «criba», aumentando los niveles de contaminación y pudiendo acabar con una incipiente fauna piscícola de aguas abajo.
3 Las plantas que fijaban la ribera han desaparecido. Ahora, las tierras, formaciones detríticas del terciario y cuaternario, se ven sometidas a una intensa erosión que incluso puede provocar desprendimientos y arrastre de tierras.
4 La desaparición de las formaciones de zarza y rusco, así como todas las herbáceas (fruto del tránsito de personas y por quedar cubiertas por serrín, ramas secas y demás), va a privar a muchos animales de un alimento tierno y de calidad (conejos y jabalíes) y, lo que es más grave; cuando lleguen los fríos, multitud de aves y mamíferos habrán perdido la importantísima despensa que representaban moras y otras bayas.
5 Aguas arriba, a pocos metros de donde han llegado las cuadrillas, anida una especie emblemática, presente en Colmenarejo y a la que debemos proteger como a oro en paño. Me refiero al «Gran Duque», al escaso e impresionante búho real, la mayor de nuestra rapaces nocturnas; un ave de 1,80 metros de envergadura que ahora se encuentra en plena época de cría y que no va a soportar tal destrucción de su hábitat.
6 Esta destrucción de las riberas deja el camino del río expedito. Ahora, en oleadas, podrán acceder a él los coches, motos, niños y mayores. Podrán bañarse en sus aguas contaminadas, destruir lo que quede y convertir una de las joyas del Parque de la Cuenda Media del Guadarrama en otro soto de ribera arrasado, de los que tenemos en abundancia en nuestra comunidad.
Nuestros socios de Ecologistas en Acción han puesto a nuestra disposición su infraestructura para realizar una denuncia mediática en toda regla. Pero tú me conoces, y sabes que tengo la teoría de que, en la mayoría de los casos, los atentados ecológicos son fruto más del desconocimiento que de una clara intencionalidad. Estoy seguro de que si técnicos de Medio Ambiente, expertos en medio natural y vida animal, vieran la labor de los forestales, harían las gestiones necesarias para paralizar y suspender de inmediato estas labores de «limpieza».
He intentado durante toda la mañana hablar con alguna persona responsable en la Consejería, pero los naturales «filtros» han impedido entablar contacto con alguien verdaderamente «resolutivo» en este tema.
Estamos absolutamente convencidos de poder detener estas labores siempre que demos con la persona adecuada. Por ese motivo, apelo a tí, como Alcaldesa del municipio en el que se están realizando estos trabajos y como parte interesada, dada tu sensibilidad en estos temas.
Te estaría enormemente agradecido —y conmigo, toda la asociación y todas aquellas personas con amor y respeto hacia el medio natural de nuestro pueblo— si intentases ponernos en contacto, lo antes posible, con quien pueda ayudarnos. El tiempo corre en contra nuestra y si esperamos solo unos días ya puede ser demasiado tarde.
Incluso, si tu lo estimas pertinente, puedes remitir este fax a algunos de tus buenos contactos en la Consejería.
Se da la paradoja, de que en la Propuesta de Instrumentación Normativa del PORN del Guadarrama, se marcan como directrices «conservar y desarrollar los sotos y riberas, fomentando la implantación de especies propias de estos ecosistemas«, y más adelante en el apartado Prohibiciones y Limitaciones: » Se prohíben las actuaciones que impliquen la destrucción o degradación de las formaciones vegetales«. En esta misma línea existen varias leyes de la propia Comunidad de Madrid, que catalogan esta actuación como delictiva (Ley 16/1995, Ley 2/1991, etc.).
No olvidemos, para finalizar, que estamos hablando de un espacio que goza de la máxima protección en el PORN de la cuenca media del Guadarrama.
Esperando ansiosamente tus noticias, te envío un fuerte abrazo,
Carlos González-Amezúa Heredero
Presidente de Proyecto Verde de Colmenarejo