El Universo: La Comunidad lleva ante el juez la explotación de una finca en Colmenarejo

Artículo aparecido en la edición del 26 de Octubre de 2004 en el diario «El Universo» 

 

Tras la denuncia de un grupo ecologista

La Comunidad lleva ante el juez la explotación de una finca en Colmenarejo

Proyecto Verde alertó de actuaciones urbanísticas ocultas en un terreno destinado a la cría de burros

Transcurridos más de dos años y medio desde que Proyecto Verde-Ecologistas en Acción denunciara, ante la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento de Colmenarejo y al propietario de la finca Prao Burriños, el caso ha pasado a los tribunales.

Esto viene a suponer que el presunto delito denunciado por la organización ecologista supera una mera infracción administrativa y podría alcanzar el grado de delito ambiental, como vienen asegurando los denunciantes desde que conocieron los hechos. El propietario de la finca denunciada presentó en 2002, ante la Junta Rectora del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, una solicitud para rehabilitar unas edificaciones en estado ruinoso que habían quedado enmarcadas dentro del Parque, en las proximidades del Camino del Rey, próximo a la ermita.

Prohibido el uso residencial
Aunque el propietario aduce en la solicitud su intención de criar burros, Proyecto Verde sospechó de las intenciones urbanísticas que podrían esconderse tras la petición, e informó de este hecho al Parque Regional. Sin embargo, como la cría de estos animales es compatible con los usos admitidos en la zona de Parque, la Junta Rectora aprobó la rehabilitación de las instalaciones, con la prohibición expresa de que se destinasen a uso residencial.

La responsabilidad que este grupo imputa al Ayuntamiento no sólo se refiere a la concesión de una licencia de obra menor a las tres personas que se presentan como propietarios de cada una de las construcciones de la finca. Según Proyecto Verde, el Consistorio ha consentido que con esta licencia se haya llevado a cabo una actuación que, aseguran, no se corresponde con la verdadera solicitud tramitada en el Parque Regional y que este grupo considera de obra mayor. A esto añaden que la finca ha sido dividida en tres parcelas con vallados también irregulares, que han permitido habilitar tres diferentes construcciones con sus respectivas parcelas. En este sentido, los denunciantes han aportado documentación para demostrar que, en realidad, se han realizado otro tipo de rehabilitaciones, con nuevos forjados, cubiertas y divisiones internas más acordes con viviendas que con cuadras para la cría caballar. Esta documentación se ha visto reforzada con las denuncias tramitadas por la Guardería Forestal del Parque en varias de las citadas irregularidades

Dos meses después de que el Consistorio concediera la licencia a los interesados, Proyecto Verde interpuso una denuncia administrativa en la Comunidad de Madrid contra el propietario inicial de la finca y la Corporación municipal.

Ante la actuación del grupo conservacionista local, el Ayuntamiento emitió un comunicado en el que se defendía esta actuación y se amenazaba a Proyecto Verde con una posible denuncia por supuesto delito de calumnias.

Al cabo de más de dos años, y tras un cambio de Gobierno regional de por medio, “la jefe del Servicio de Disciplina Ambiental considera que los hechos van más allá de la simple infracción administrativa y remite las actuaciones realizadas a la juirisdicción penal, por considerar que pueden ser constitutivas de un delito contra la ordenación del territorio, tipificado en el artículo 319 del Código Penal”, explica Proyecto Verde.

El Universo: Los ecologistas acusan a varios ayuntamientos de ignorar el futuro Parque Nacional del Guadarrama

LOS ECOLOGISTAS CRITICAN LOS CRECIMIENTOS PREVISTOS
Los ecologistas acusan a varios ayuntamientos de ignorar el futuro Parque Nacional del Guadarrama
Según Ecologistas en Acción, renuevan sus previsiones urbanísticas sin tener en cuenta las limitaciones de la figura de protección
El futuro Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama está siendo ignorado, según Ecologistas en Acción, por algunos ayuntamientos de la Sierra, como demuestra la elaboración de nuevos avances de los planes urbanísticos “que ni siquiera mencionan que parte del territorio se encuentra incluido en la zona de estudio del Parque Nacional”.
En concreto, el colectivo se refiere a localidades como Collado Mediano, Moralzarzal, Guadarrama, Cercedilla, Bustarviejo y algunos municipios del Valle del Lozoya, en donde se “están elaborando nuevos planeamientos como si el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) no fuera con ellos”. En este sentido, desde Ecologistas en Acción indican que este documento podría obligar a modificar los planes generales de algunos de los municipios. “A la vista de estas directrices, no se entiende por qué los ayuntamientos han encargado, desde septiembre de 2002, fecha en que se inició oficialmente la tramitación del PORN, una planificación inevitablemente paralela a esta última figura”. El caso de Moralzarzal es, según los ecologistas, uno de los más significativos: “Se lanzan a una nueva planificación apenas dos años después de aprobada definitivamente la anterior, en una carrera enloquecida por ganar más y más suelo urbanizable”. También en Cercedilla y Guadarrama, advierte el colectivo, se buscan “nuevos suelos urbanizables cuando aún no han agotado ni mucho menos los suelos aptos para urbanizar”. Por todo ello, Ecologistas en Acción pide a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio que no apruebe ningún planeamiento “que ponga en riesgo los valores de la Sierra”. “Lo que nos jugamos”, terminan, “es que el futuro Parque Nacional no se convierta en un reclamo para vender pisos y chalés”.

El Universo: LOS ECOLOGISTAS CRITICAN LOS CRECIMIENTOS PREVISTOS

LOS ECOLOGISTAS CRITICAN LOS CRECIMIENTOS PREVISTOS
Los ecologistas acusan a varios ayuntamientos de ignorar el futuro Parque Nacional del Guadarrama
Según Ecologistas en Acción, renuevan sus previsiones urbanísticas sin tener en cuenta las limitaciones de la figura de protección
El futuro Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama está siendo ignorado, según Ecologistas en Acción, por algunos ayuntamientos de la Sierra, como demuestra la elaboración de nuevos avances de los planes urbanísticos “que ni siquiera mencionan que parte del territorio se encuentra incluido en la zona de estudio del Parque Nacional”.
En concreto, el colectivo se refiere a localidades como Collado Mediano, Moralzarzal, Guadarrama, Cercedilla, Bustarviejo y algunos municipios del Valle del Lozoya, en donde se “están elaborando nuevos planeamientos como si el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) no fuera con ellos”. En este sentido, desde Ecologistas en Acción indican que este documento podría obligar a modificar los planes generales de algunos de los municipios. “A la vista de estas directrices, no se entiende por qué los ayuntamientos han encargado, desde septiembre de 2002, fecha en que se inició oficialmente la tramitación del PORN, una planificación inevitablemente paralela a esta última figura”. El caso de Moralzarzal es, según los ecologistas, uno de los más significativos: “Se lanzan a una nueva planificación apenas dos años después de aprobada definitivamente la anterior, en una carrera enloquecida por ganar más y más suelo urbanizable”. También en Cercedilla y Guadarrama, advierte el colectivo, se buscan “nuevos suelos urbanizables cuando aún no han agotado ni mucho menos los suelos aptos para urbanizar”. Por todo ello, Ecologistas en Acción pide a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio que no apruebe ningún planeamiento “que ponga en riesgo los valores de la Sierra”. “Lo que nos jugamos”, terminan, “es que el futuro Parque Nacional no se convierta en un reclamo para vender pisos y chalés”.

Paseos por Colmenarejo: Presa Vieja del Aulencia

El embalse de Valmayor (nombre que trajeron de Madrid, porque en Colmenarejo nunca se conoció esta toponimia) está construido sobre el cauce del río Aulencia. Este río, que llega al embalse procedente de El Escorial y desagua entre los términos de Colmenarejo y Valdemorillo, alimentó antaño varios molinos que funcionaron de forma estacional, desde antes de la llegada de los romanos hasta la posguerra.
Uno de ellos fue el molino de Sopas. Estaba en un recoleto vallecillo clavado a mitad de un congosto, que por aquí llamamos pretenciosamente «cañón del Aulencia.» Este amansamiento del relieve, formado por la afluencia de varios arroyuelos al cauce principal, llamó la atención de los ingenieros de la época, que consideraron el lugar apropiado para levantar un dique y embalsar sus aguas. Y así se hizo.
Padres y abuelos de vecinos nuestros, trabajaron en este embalse, que fue terminado en los años veinte. Su objetivo era convertir en regadío las feraces tierras del Pardillo, Villanueva, Brunete y más allá. Para ello fue necesario realizar una canalización a través de nuestro cañón-congosto, que debería llevar el agua a estas sedientas tierras.
Además, este embalse, como gran obra de la ingeniería de la época que era, debía tener compuertas, aliviaderos, balsas y decantadores, alojamiento para el personal de mantenimiento e incluso casa para el ingeniero. Todo ello sigue en pie, en un aceptable estado, pero sin uso alguno, anclado en el tiempo. Esto lo contaremos en otro paseo. Volvamos al embalse.
Los de fuera lo llamaron Valmenor, nombre que se ha perdido por completo. Las gentes de Colmenarejo, la Presa Vieja. Y ahí quedó. Dicen algunas fuentes que nunca cumplió su cometido, que jamás proporcionó una gota de agua a sus destinatarios. Lo cierto es que entre convulsión y convulsión de la España convulsa, las infraestructuras que eran necesarias para aprovechar sus aguas quedaron relegadas al olvido.
Sus compuertas permanecieron cerradas, y así se creo un gran humedal en el corazón de la presierra de Madrid, que fue madurando lentamente hasta convertirse en un enclave de fauna y flora privilegiado. En sus aguas ha pescado la nutria hasta hace veinte años; y antes lo hizo el visón europeo. La cigüeña negra ha anidado en sus cantiles, y azores y halcones han depredado sobre una enorme variedad de aves acuáticas que saturaban sus resguardadas orillas en los fríos meses de invierno. A la par quedaba su riqueza en peces, anfibios y reptiles.
Pero todo tiene un final. A mediados de los 70, la sed de Madrid obligó a construir un nuevo embalse aguas arriba: Valmayor. Y con él, una planta potabilizadora, que filtraba y decantaba las aguas para eliminar la suciedad que las contaminaba, cada vez más frecuente por los vertidos de pueblos y urbanizaciones. Todo el lodo que la planta extraía en el proceso de potabilización lo devolvía al cauce del Aulencia, y éste lo llevaba hasta la Presa Vieja, cuyo dique lo retenía. Y así durante 25 años.
En 2001, la reiterada denuncia de los grupos ecologistas (Proyecto Verde entre ellos) obligó a la potabilizadora a comenzar un proceso de desecación y retirada de los lodos. Y finalmente, este mismo año, la entrada en funcionamiento de la depuradora del arroyo de La Peralera, ha puesto punto final a los vertidos incontrolados sobre esta hermosa presa.
Aquellos de vosotros que os animéis a hacer este paseo, podéis llegar en coche por el camino de la Espernada (llamado también carretera del Pardillo) hasta su intersección con un ancho camino de tierra que sigue de frente: la colada de Cabeza Aguda. A un lado, una caseta de piedra del Canal vigila una gruesa canalización enterrada que se lleva el agua, ya potabilizada. Al otro, un dique de cuarzo, una de las señas de identidad geológica de nuestro municipio. Aquí dejaremos el coche, porque nuestro camino es a través de vías pecuarias. Tomaremos el camino a derechas y estaremos en la colada del molino de Sopas. Al principio un suave descenso entre viejas y abandonadas viñas y campos de cultivo, de los que apenas quedan vestigios, quizá alguna cepa seca.
A medida que avanzamos, quedan a nuestra derecha, a lo lejos, las lindes de varias fincas que deparan algunas de las mayores sorpresas botánicas de este municipio. Entre ellas, un grupo de arces de Montpellier, los únicos, un vestigio relicto del pasado que ha pervivido milagrosamente. Hay gruesos fresnos, hay charcas que en primavera rebosan de vida vegetal y animal, hay prados y roquedos con ruscos, cornicabras y peonías.
En esta zona existe una enigmática fresneda, con varias decenas de ejemplares muy jóvenes (apenas cinco o diez años) y apelotonados, cuyo origen nos intriga.
Seguimos por nuestra colada y pronto el terreno se quiebra y aparece ante nuestros ojos la vieja presa. Ahora es necesario bajar por sendas que antaño fueron de uña, pero que hoy son de neumáticos de motos de trial. ¡Así están las cosas! Ya es difícil saber por donde discurre la colada original, pero poco importa, porque el final de nuestro paseo está muy cerca.
El molino de Sopas fue derribado —o quedó sumergido— al hacer la presa (que hay versiones para todos los gustos.) Incluso nació una leyenda, que pocos conocen y que algún día contaremos. Llego la contaminación y se fue la vida.
Ahora, el nuevo siglo ha traído otras sensibilidades. Esta vieja presa sigue siendo un bello monumento en un bello enclave, y los mismos que durante años anegaron de fango su vida ahora claman por su restauración. Existe un proyecto para llevarse los lodos y devolverle su viejo esplendor. Pero no demore su visita esperando este momento, porque igual no lo ven ni nuestros nietos. Será necesaria mucha determinación y mucha fuerza de «convicción», porque la limpieza costará miles de millones.
Entre tanto, podrá ver el complejo de decantación y distribución casi intacto, y la casa de los guardeses. Si no tiene vértigo, puede pasar cómodamente al otro lado por la pasarela del dique y ver las burbujas de gas metano que surge de sus putrefactas profundidades. Más allá, en un saliente de privilegiadas vistas, la casa del ingeniero. Y podrá charlar con el viejo empleado, ya jubilado, que mantiene la memoria viva de tiempos mejores y unas simpáticas cabras que ramonean por doquier.

Polémica concesión de permisos de caza

Colmenarejo ha vivido este verano una polémica situación en torno a la caza de jabalíes. Podemos encontrar las causas en el uso particular de terrenos municipales para la práctica de la caza, en las carencias y falta de rigor de los planes de aprovechamiento cinegético de los cotos y en la polémica concesión de permisos para la caza en espera del jabalí fuera de temporada.

En el mes de julio del presente año la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, resolvió “autorizar la celebración de esperas de jabalíes en los cotos privados de caza M-10.276, M-10.460 y M-10.461”, “por los daños que originan en la agricultura del coto”. La autorización para la realización de esperas nocturnas al jabalí, fue solicitada por la Sociedad de Cazadores de Colmenarejo “debido a la proliferación de esta especie en los citados cotos, la cual resulta ya una amenaza a la población, pues están provocando daños en parques urbanos, así como su presencia en las calles del pueblo y accidentes en la carretera”.

Los organismos competentes de la Comunidad de Madrid concedieron un permiso especial por encontrar que se habían producido daños en terrenos agrícolas de cotos privados. La verdad es que en Colmenarejo no existe ninguna explotación agrícola y los daños en parques urbanos que se citan fueron mínimos. Solo fueron vistos algunos jabalíes acercándose al parque del Caño en Octubre de 2003. La Concejala de Medio Ambiente manifestó que “los daños fueron mínimos y no se recibió ninguna queja vecinal”. Además, dos de los tres cotos para los que solicita el permiso (los dos de titularidad municipal) ni siquiera se acercan a la superficie mínima que marca la ley. (Esta frase quizá habría que suprimirla, después de lo que Carlos ha visto en la ley de caza).

La legislación regional obliga a la presentación de un Plan de Aprovechamiento Cinegético, sin el cual no se puede realizar ninguna actividad cinegética en los cotos, estos planes se deberían elaborar con la suficiente profundidad y rigor científico para que estuviesen en condiciones de cumplir la normativa legal, y asegurar la compatibilidad de esta actividad con los otros usos desarrollados en los terrenos circundantes y con la conservación de las comunidades vegetales y animales de los cotos y de los terrenos aledaños.

Por todo lo dicho, Proyecto Verde opina que:

– La problemática situación de los cotos de caza municipales en Colmenarejo y de las actividades cinegéticas en general, no es algo nuevo, sino que viene arrastrándose desde tiempos inmemoriales.

– Esta problemática ha sido sobredimensionada por los medios de comunicación, probablemente como consecuencia de los enfrentamientos puntuales entre vecinos cazadores y no cazadores.

– Debería preguntarse a los vecinos de Colmenarejo si desean que los terrenos municipales, propiedad de todos, se dediquen a otro uso que no sea el cinegético, practicado sólo por el 0,4% de los colmenarejanos

– Aunque nos pueda parecer lamentable que todavía se realicen actividades cinegéticas en un área del Parque Regional del Guadarrama considerada como de “zona máxima protección”, no estamos en contra de la caza controlada y selectiva, como herramienta de gestión necesaria en situaciones donde los cotos soportan altas densidades.

– Tanto el Ayuntamiento de Colmenarejo, como el organismo competente de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y sobre todo los órganos gestores del Parque Regional del Guadarrama, en sus preceptivos informes técnicos sobre los cotos, deberían tener en cuenta para la aprobación de los futuros Planes de Aprovechamiento Cinegético, que estos cumplan de manera escrupulosa la legislación vigente a nivel local, regional, nacional e internacional en materia de caza, suelo y protección del medio natural.

– Los terrenos municipales son bienes comunes que debemos disfrutar y respetar todos, y desde luego trabajaremos para que la consecución final del uso de dichos terrenos sea ese, el uso común y no el particular.

De esta manera y frente al período de caza 2004-2005 que se avecina (la veda se levanta a mediados de octubre), los cazadores que pretendan cazar en los cotos municipales de Colmenarejo, deberán presentar este año un nuevo Plan de Aprovechamiento Cinegético, ya que la vigencia de estos es de cinco años y el anterior se realizó en 1999. De este nuevo Plan se espera todo el rigor y la veracidad posibles y deseados.

ALGUNOS DATOS SOBRE EL JABALÍ

Aunque muy posiblemente, el jabalí puede reproducirse a lo largo de todo el año, las hembras tienen un solo celo anual de 23 días, y su época principal de celo se produce entre los meses de noviembre y principios de diciembre.
La gestación dura cerca de cuatro meses y el parto ocurre entre febrero y abril, de manera que es prácticamente imposible que las hembras estén preñadas a finales de julio o principios de agosto. Suelen tener una camada por año, pero podrían tener más.
Son animales omnívoros muy inteligentes, que aprenden constantemente dónde encontrar nuevas fuentes de recursos. La alimentación y «amaestramiento» o troquelación de la fauna silvestre solo va en contra de la supervivencia y correcto desarrollo de ésta.

Toros en fiestas: ¿Es justo subvencionarlos?

Un año más, las fiestas de Santiago nos han traído los toros. Una parte importante de la ciudadanía permanece al margen de estos festejos taurinos. Otros ven injustificable este tipo de espectáculos, y otros, unos pocos, defienden a ultranza estas tradiciones y participan en ellas.
Los toros en Colmenarejo son un espectáculo minoritario, al que asisten más espectadores de municipios cercanos que personas de nuestro pueblo. A los concejales y personal del ayuntamiento les cuesta trabajo endosar las entradas de regalo que reciben y es frecuente ver asientos vacíos tanto en el palco como fuera de él.
No quedan lejos los lamentables encierros de años anteriores, con toros muertos y sanciones de la propia Comunidad de Madrid por incumplir el reglamento taurino. Habría sido una buena excusa para eliminarlos de las fiestas.
Cuando se difunde la imagen de una España festiva y taurina se está estereotipando una realidad que hace ya bastantes años que cambió. Los toros, en España, no son en absoluto populares; es un espectáculo minoritario que, a diferencia de otros espectáculos minoritarios (desde los documentales de la 2 hasta la ópera), repugnan a muchas personas.
En septiembre de 2002, Gallup publicó los datos de una encuesta que viene realizándose periódicamente desde 1971. Esta encuesta demuestra que el interés por los toros ha caído del 55% en aquella fecha, al 31% actual, y confirma la tendencia imparable de perdida de popularidad. Esta encuesta revela, además, que no hay personas indecisas: O les gusta mucho o no les gusta nada. En ese 31% al que le gusta mucho, más del 55% son hombres y mayores de 65 años.
Extrapolando estos datos a nuestro pueblo, con una población extremadamente joven y preparada, es de prever que el apoyo a tal espectáculo sea considerablemente inferior a ese 31% ya bastante minoritario en sí.
Lo peor de los toros -con ser malo- no es que muera un animal con refinada crueldad (y en ocasiones incluso un ser humano). Lo peor es la exaltación que se hace de la violencia y la brutalidad, aún revestida de cultura y de colorido. El torero (dotado de buenas dosis de valentía, pero también de ansias de notoriedad y de prestigio social, y de bastante «hambre» en muchos casos) triunfa solamente si es capaz de matar al toro; no hay triunfo sin muerte. Esto es un mensaje terrible, uno más de los muchos que envía la sociedad. Este es especialmente dañino y fuera de lugar en una sociedad culta y avanzada que pretende erradicar el uso de la violencia como forma de enfrentarse a los conflictos.
Cualquier padre o madre tiene grandes dificultades en convencer de esto a unos hijos que están recibiendo permanentemente mensajes de violencia: películas en las que el bueno es el que más malos mata, anuncios sexistas, violencia verbal en nuestros políticos, violencia contra las mujeres, en el fútbol, en la caza, en el volante, en el boxeo… y en los toros.
Si un extraterrestre llegara a la tierra, nos catalogaría como una especie eminentemente violenta, cuya principal profesión es matar semejantes o prepararse para hacerlo (o para no verse «obligado» a hacerlo, en lenguaje militar), tarea a la que dedica los mayores esfuerzos económicos. Esto les dejaría perplejos. Pero lo que ya les volvería del todo locos es nuestra doble moral, nuestro discurso contradictorio, nuestra hipocresía. Yo me imagino que a poco espabilados que fueran los extraterrestres se preguntarían:
«¿Cómo se espantan tanto de la violencia contra sus mujeres, de la violencia en la conducción, de la guerra… y luego admiten y fomentan actividades y espectáculos violentos?¿Qué es verdaderamente lo que quieren que aprendan sus hijos? Busquemos otro planeta, porque este no parece muy seguro para vivir»
El otro aspecto reprobable de los toros en Colmenarejo es que se trata de un espectáculo que pagamos entre todos, tanto si nos gusta como si no. Aunque usted no vaya a la plaza, aunque le horrorice solo el pensarlo, una parte importante de sus impuestos van a morir en la arena, con el toro.
Este año destinaremos más de 50.000 euros a dos corridas y dos encierros. En un reciente consejo de Cultura y Educación, un socio de Proyecto Verde dijo que ese dinero se podría destinar a hacer unas fiestas patronales espectaculares dedicadas a los niños, que en Colmenarejo son multitud. Su propuesta no mereció ningún comentario.
Los toros entierran en dos tardes un presupuesto mayor que el de muchas concejalías, como Servicios Sociales, Juventud, Participación Ciudadana, Tercera Edad…
A nuestro juicio, se está haciendo un uso indebido de nuestros impuestos, y esto nos parece profundamente inmoral y no debería ser así.

La Agenda 21 Local en Colmenarejo

Definición:
Plan de actuaciones aprobado por las Naciones Unidas, para el desarrollo sostenible en el siglo 21. Este plan de acciones fue aprobado en 1992 por 173 gobiernos en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro. Aunque el plan fue aprobado a nivel internacional, el propio documento incide en la aplicación de los planes a nivel local, invitando a las comunidades locales a crear su Agenda 21 Local, con planes y actuaciones específicas para cada localidad o municipio. Estos planes y actuaciones se deberán realizar contando con los ciudadanos, los grupos de interés, las autoridades locales y las diferentes administraciones competentes.
Antes de empezar, es imprescindible identificar los problemas y sus causas, recurriendo a la realización de ecoauditorias o auditorias medioambientales serias, confeccionadas y evaluadas por un comité de expertos profesionales de ámbito multidisciplinar, que analicen de manera objetiva los problemas ambientales y establezcan los objetivos a alcanzar, identifiquen las causas de los problemas y den a los ciudadanos y a las administraciones locales y regionales un plan de actuación pormenorizado, señalando cuales son las actuaciones que con carácter urgente o prioritario se deben llevar a cabo.
Por último, hay que destacar que los tres pilares fundamentales de una Agenda 21 bien planteada, y que de manera inalienable presentan relaciones mutuas de interdependencia, son:

  1. Gestión integradora sostenible: gestión integrada, flexible y dinámica del municipio, integrando gradualmente las cuestiones económicas, sociales y medioambientales en un proceso que a largo plazo alcance el objetivo de la sostenibilidad, mediante las toma de medidas económicamente eficientes, socialmente responsables y equitativas, y medioambientalmente racionales.
  2. Sensibilización de la sociedad: mediante la concienciación de los ciudadanos y de todos los sectores socioeconómicos e institucionales en el hecho de la “responsabilidad compartida”, en materia de protección del medio ambiente.
  3. Herramienta de trabajo y no de mecanismo de letargo: nunca hay que perder el norte y hay que tener siempre en cuenta que, la Agenda 21 es, sobretodo, una herramienta, y no la panacea que solventará todos los problemas de un territorio. Además, la confección y redacción del documento de síntesis de la Agenda 21, así como de sus planes de acción priorizados, no ha de significar el fin de la consecución del esfuerzo de las administraciones y la ciudadanía, sino el principio de la aplicación de buenas prácticas y la resolución de problemas medioambientales pretéritos y actuales.

Objetivos a Corto Plazo:

  1. Conocer el estado de conservación de los recursos naturales de un territorio e identificar los problemas actuales y los futuros factores de riesgo que los amenazan.
  2. Proponer soluciones viables y alternativas reales para utilizar los recursos disponibles de la manera más racional y sostenible posible.
  3. Reforzar la capacidad de las autoridades locales para abordar y hacer frente los temas y problemas ambientales, implicando en el proceso a toda la sociedad, especialmente a los ciudadanos y a las asociaciones que les representan.
  4. Fomentar y promulgar la educación ambiental como mecanismo que despierte la sensibilización y comprensión adecuada de los problemas ambientales del lugar, haciendo hincapié en el hecho de que el patrimonio natural es de todos y que nuestra calidad de vida se debe, en parte, a su buen o mal estado de conservación.
  5. Desarrollar y priorizar procedimientos políticos y administrativos adecuados y ejecutivos, que en periodos cortos de tiempo ofrezcan soluciones que se adapten a los planes de acción, así como fomentar la participación ciudadana y el desarrollo de un tejido social asociativo amparado cultural e institucionalmente por los gobiernos locales.
  6. Aplicar de manera eficiente y racional los instrumentos y las herramientas que ofrece una Agenda 21 bien vertebrada, para la gestión ambiental.
  7. Hacer del municipio o territorio, un ejemplo de buena gestión y de una práctica ambiental adecuada, para sus ciudadanos y otros municipios de la zona.

Objetivos a Largo Plazo:

Alcanzar la sostenibilidad, como objetivo fundamental que englobe a todos los demás objetivos.

La sostenibilidad, y no la “renta per cápita” o nuestra capacidad de consumo, supone el mantenimiento o la mejora del nivel de vida, siempre conforme a la capacidad de carga del medio natural del planeta en su conjunto.

La sostenibilidad también implica que el consumo de recursos no debe superar la capacidad de la naturaleza para reemplazarlos o renovarlos, ya sea en el lugar donde se consumen o donde se generan, teniendo muy en cuenta el mantenimiento de la diversidad biológica, la salud y los derechos de los pobladores de países de donde ya se obtuvieron todos o casi todos los recursos.

La sostenibilidad debe iniciarse localmente, de manera similar a lo que explica el famoso símil sobre el efecto del aleteo de una mariposa en un lugar remoto de la Tierra, que se convierte en un potente vendaval cuando llega al otro extremo del planeta. Pero una vez que este “vendaval” haya llegado a todos los rincones debe alcanzarse un equilibrio dinámico a nivel global, ya que a nivel estrictamente local no podría mantenerse durante mucho tiempo.

 

Para saber más:

  • Pelayo del Riego Artigas. 2004. La Agenda 21 Local. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid.
  • VV.AA. 2002. Madrid Agenda 21 Local. Ayuntamiento de Madrid. Rama de Medio Ambiente y Salud y Consumo- Área de Medio Ambiente. Departamento de la Secretaría Técnica y Desarrollo Sostenible. Madrid.

El Universo: Plan para salvar las encinas afectadas por el urbanismo

Mediante un acuerdo con una empresa especializada
Plan para salvar las encinas afectadas por el urbanismo
Los primeros trasplantes se realizan en la urbanización La Cerca
“Hoy se va a empezar a cumplir uno de nuestro sueños”, aseguraba la concejala de Medio Ambiente, Laura López, al explicar el acuerdo alcanzado para salvar las encinas del municipio del urbanismo en las fincas del municipio.El Ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo con la empresa extremeña Salvar la Encina para evitar que los grandes ejemplares de este especie se pierdan cuando su posición estorbe en la construcción de nuevas viviendas o promociones.

Como asegura la misma edil, “por fin Colmenarejo podrá seguir contando con muchas de sus encinas centenarias. Ya no será un problema construir una casa donde teníamos encinas, porque estas grandes amigas podrán seguir con nosotros”.El primer ejemplo de este acuerdo se está realizando en una finca de la calle Sevillano, donde la promotora Cimaga, S.L construye la urbanización La Cerca. En concreto, las encinas que se encuentran en esta finca serán cambiadas de sitio, para formar parte de la zona verde de la misma urbanización.

Pese a que la mejor época del año para realizar los trasplantes es el invierno, Salvar la Encina, que es la única empresa especializada del país, estima que es posible llevar a cabo esta labor durante estos días, mediante un proceso más cuidadoso. Para ello, lo primero que han tenido que hacer sus técnicos es una poda severa, que permita paralizar la savia, como le ocurre al árbol tras el otoño.

De esta forma se garantiza un elevado porcentaje de trasplantes. Posteriormente, tras quince días, se procede a la extracción de los pies propuestos que, en estos casos, se instalarán a escasos 50 metros de su posición actual. Tras su implante, los ejemplares serán objeto de una exhaustiva vigilancia con los cuidados y aplicación de diversos productos que favorezcan su supervivencia.

El Universo: Los cazadores defienden su actividad en Colmenarejo

Dicen que el número de jabalíes se ha triplicado en los últimos años
Está claro que cazadores y ecologistas no van a alcanzar un acuerdo respecto a las cacerías dentro del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama. Tras la polémica desatada en el mes de julio por las esperas nocturnas autorizadas por la Consejería de Medio Ambiente, el presidente de la Sociedad de Cazadores de Colmenarejo, Miguel Besteiro, ha querido matizar a DIARIO del NOROESTE varios puntos de las informaciones publicadas. Besteiro ha querido dejar claro que en ningún momento se han utilizado focos ni postas en estas matanzas, aunque sí reconoce que entre las 12 ó 14 piezas abatidas había varias hembras.
A este respecto, los cazadores discrepan con los ecologistas, los cuales invocan la Ley de Caza para asegurar que no está permitida la matanza de hembras acompañadas de crías de hasta dos años. Respecto al control veterinario de los jabalíes muertos, Besteiro cuenta con copias de varios informes veterinarios realizados y remitidos a la Consejería de Medio Ambiente.Mientras que los cazadores aseguran que su actividad estuvo controlada en varias ocasiones por agentes del Parque Regional y la Guardia Civil, el grupo Proyecto Verde asegura que apenas se realizaron las esperas con vigilancia; incluso el último día en que se acordó la presencia de agentes forestales y SEPRONA, los cazadores no acudieron a la cita, hasta después de la cacería. A este respecto, Besteiro explica que decidieron no presentarse porque estaban “los ecologistas haciendo ruido y no queríamos más polémica, por lo que llamé al agente forestal y nos vimos después de cazar”.

Pero el verdadero trasfondo de esta polémica, que está enfrentando a dos sectores de la población, pese a que Besteiro asegura que la mayoría del pueblo les apoya, es la realidad sobre la necesidad de estas matanzas de fauna salvaje en uno de los pocos espacios protegidos de la Comunidad de Madrid.

Perjudican o enriquecen
Preguntado sobre la necesidad de matar a estos animales fuera de la época de caza, el representante de los cazadores asegura que la población de jabalíes se ha triplicado. Este dato, aún sin contrastar de manera oficial, lo apoya Besteiro asegurando que se ha incrementado el daño producido sobre las puestas de perdices (anidan en el suelo) y las conejeras, verdaderos especies de interés para los cazadores.

A este respecto, el grupo conservacionista de Colmenarejo Proyecto Verde asegura que para los cazadores, cualquier animal del monte que compita con su caza es una alimaña, como los zorros y las urracas. Un experto de este grupo asegura que tras varios años de seguimiento de estos animales, “nunca he visto restos de conejo en sus excrementos y sólo en dos ocasiones he visto dos conejeras atacadas. Respecto a la perdiz, su hábitat no coincide con el del jabalí, ya que aquélla prefiere las estepas abiertas y nunca el bosque cerrado”.

Para los amantes de la naturaleza, pues, la presencia de esta especie enriquece el valor de un espacio natural, y más si está protegido, ya que no perjudica el equilibrio de otras especies, realmente afectadas por enfermedades y cacerías. Por ello, mientras que los cazadores aún desconocen si solicitarán de nuevo estos permisos el próximo verano, los conservacionistas aseguran que van a luchar para que en el parque “prevalezca su principal derecho, que es el de la flora y la fauna, por encima de cualquier otra actividad, como la diversión. Y si no se consigue que se prohíba totalmente la caza en el parque, sí que su actividad se supervise con lupa, con informes detallados sobre su necesidad, volumen de poblaciones y posibles perjuicios; así como el control de las cacerías por expertos”.

El Universo: En las matanzas nocturnas de jabalíes sin control sanitario ni oficial ‘esperas’

En las matanzas nocturnas de jabalíes sin control sanitario ni oficial
Un grupo ecologista asegura que ha habido ilegalidades en las ‘esperas’
Los Verdes Comunidad de Madrid pide explicaciones al director de la Guardia Civil
Las matanzas de jabalíes que se han producido en Colmenarejo, “cargadas de ilegalidades” según aseguran los ecologistas, van a traer más consecuencias que las propias muertes de los animales protegidos por la Ley de Caza (hembras y crías).Tras las denuncias e intentos por paralizar los permisos de esperas concedidos por la Consejería de Medio Ambiente, se están sucediendo las denuncias entre ecologistas, cazadores y la propia Guardia Civil. En el escrito presentado el pasado 9 de agosto por la portavoz de Los Verdes Comunidad de Madrid, Gloria Torres, al director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, se ha puesto de manifiesto el malestar de este colectivo por la actuación de varios agentes del cuerpo pertenecientes al cuartel de El Escorial.

Según esta carta, en la que se pide “la depuración de responsabilidades por unos hechos que lamentablemente sólo sirven para manchar el buen nombre de una institución, de la que la mayoría de sus miembros se comporta de manera ejemplar”, los agentes en cuestión actuaron de manera hostil contra los ecologistas y a favor de los cazadores. Ante el intento por impedir que se realizaran las matanzas nocturnas con artes prohibidas como el uso de focos y postas, sin control veterinario, ni de las características de las piezas abatidas, los ecologistas insistieron cada noche en hacer ruido por los alrededores para espantar a los animales de la zona de caza.Burla de los cazadores
Tras reunirse los denunciantes con el director general del Medio Natural de la Comunidad de Madrid, éste se comprometió a hacer respetar los condicionantes del permiso oficial el último día de las esperas. Por ello, la noche del viernes 6 de agosto se convocó a la Guardería Forestal del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y al SEPRONA para que se citasen con los cazadores y poder así controlar su actividad en esta última noche de cacería.

A la cita acudieron todos, ecologistas incluidos, excepto los cazadores, que prefirieron “actuar por su cuenta en otro punto del coto”, como explica Torres. Ante su incomparecencia y el ruido de los primeros disparos, los agentes del Parque Regional se encaminaron en su búsqueda. Sin embargo, los guardias civiles del SEPRONA allí desplazados, ante lo que los ecologistas califican de “burla de los cazadores al director del Medio Natural”, “en vez de afanarse para identificar a los cazadores, se afanaron en pedirnos la identificación a nosotros”.

En el escrito ofrecido al director de la Benemérita, el grupo Los Verdes Comunidad de Madrid puntualiza además que, tanto un periodista de televisión como la propia portavoz del grupo, observaron a los cazadores y a los agentes reunidos en un bar del municipio, antes y después de las cacerías. Ante esta situación, Torres pidió explicaciones a los agentes por la rebeldía de los cazadores, a los que aquéllos respondieron que no había “nada más que explicar, salvo la amenaza de que iban a hacer un informe por si el ruido que habíamos hecho pudiese constituir alguna infracción”, puntualiza la misiva.

En la Dirección General de la Guardia Civil se recibió una segunda carta de la misma remitente a los dos días, explicando que ha denunciado a aquellos agentes del SEPRONA por acoso e intento de intimidación. En la denuncia presentada en el Juzgado número 2 de El Escorial se aclara que tras escribir al director del cuerpo se presentaron dos agentes amenazándola con denunciarla por vivir junto a una vía pecuaria, lo cual, explica Torres, “hace años que ya está aclarado que es completamente erróneo”.

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