En el último taller de jabón utilizamos tres recetas diferentes:
RECETA A
- 5 l de agua
- 5 l de aceite
- 1 kg de sosa cáustica
- 10 cuentagotas de esencia de lavanda.
RECETA B
- 2,4 l de agua
- 7 l de aceite
- 938 g de sosa cáustica
- 13 cuentagotas de esencia de lavanda.
RECETA C
- 3 l de agua
- 5 l de aceite
- 800 g de sosa cáustica
- 20 cuentagotas de esencia de madreselva.
- 1 cucharadita de tintura de benjuí (fijador del aroma).
INSTRUCCIONES
En un cubo de plástico grande se pone el agua, se pesa la sosa y se añade con guantes y con cuidado, pues inicialmente desprende vapores tóxicos (es conveniente tener vinagre a mano para neutralizar el efecto de posibles salpicaduras de sosa).
Se deja enfriar durante unos 10 minutos (la mezcla produce calor) y luego se añade el de aceite usado y colado.
Se bate con un palo de madera siempre en la misma dirección, sin prisa y sin pausas, hasta que la mezcla adquiera consistencia. Esta operación lleva entre 30 y 45 minutos. Se dice que el jabón está listo cuando las huellas que deja el palo en la superficie permanecen.
En este punto del proceso, se pueden añadir esencias aromáticas (lavanda, romero, limón…) según los gustos.
Se vierte la mezcla en bricks o moldes que tendremos preparados a tal efecto y los dejaremos en un sitio fresco para que la mezcla se endurezca.
Antes de que acabe de endurecer —entre 2 y 7 días— procederemos a cortar el jabón. Después de cortado lo dejaremos todavía secar durante al menos una semana.
Si queremos conservarlo en buen estado y que no quede muy reseco, lo ideal es que las pastillas que no vayamos a utilizar las pongamos dentro de unas bolsas de plástico. Así su conservación es perfecta y puede usarse después de muchos meses e incluso años.
COMENTARIOS
En el caso de las recetas A y B, se aconseja poner más esencia, ya que buena parte de esta desaparece en el proceso (en el Taller pusimos demasiado poca).
Para mejorar el resultado no hay que olvidar esperar 10 minutos antes de verter el aceite (para que se acabe de disolver la sosa).
Al cortar el jabón:
- Utilizar guantes.
- Es mejor cortar las pastillas antes de que se ponga demasiado duro, porque entonces se vuelve quebradizo y se rompe.
- Puede ocurrir que se formen bolsas de líquido en el interior. Esto es normal, solo tenemos que vaciarlas.
- Con el secado pueden aparecer cristales blancos en la superficie que se pueden eliminar con el filo de un cuchillo.
VARIANTES “ARTÍSTICAS”
Si tenemos jabón ya hecho sin aroma lo podemos mejorar con estas recetas:
JABÓN DE MIEL
Derretimos 1.200 g de jabón rallado con 0,9 l de agua al baño maría. Cuando está líquido añadimos 200 g de miel y 100 g de aceite de almendras. Dejamos enfriar en moldes y cortamos las pastillas como antes.
JABÓN DE CANELA
Derretimos 1.200 g de jabón rallado con 0,9 l de agua al baño maría. Cuando está líquido añadimos canela y aroma de canela (nosotros añadimos la canela hasta que tiene el color que nos gusta). Dejamos enfriar en moldes y cortamos las pastillas como antes.
COMENTARIOS
- Estos jabones tienen mucha agua (necesaria para fundirlos), por lo que tardan bastante en secarse. Podemos cortarlos cuando todavía están blandos para acelerar el secado. Vamos a probar a poner menos agua la próxima vez.
- Opcionalmente se puede añadir algún colorante para jabón.
- El jabón de limón no quedó bien, por lo que no incluimos la receta aquí.